Los socialistas se unen para dar una "pelea ideológica"

Más de 200 legisladores y dirigentes de todo el país nucleados en los partidos Socialista Democrático (PSD) y Popular (PSP) avanzaron ayer en la consolidación de la Unidad Socialista y se comprometieron "a preparase para lo que será una confrontación política e ideológica, decisiva para el futuro de la Argentina".
Los dirigentes, que se reunieron ayer en el sindicato de la Asociación Personal Aeronáutico, difundieron la Declaración de Buenos Aires, que "es el anticipo de la unidad del Partido Socialista que se concretará en los próximos meses" y conformaron un grupo parlamentario socialista en todo el país.
Del encuentro participaron los secretarios generales del PSD, Alfredo Bravo, y del PSP, Rubén Giustiniani, unos 200 legisladores nacionales, provinciales y municipales, y jefes comunales de ambos partidos.
En el documento, los dirigentes "se comprometen a prepararse para lo que será una confrontación política e ideológica, decisiva para el futuro de la Argentina", y denunciaron complicidades de los sectores del poder.
"El sistema político e institucional padece una grave crisis de credibilidad y legitimidad, a la que no es ajeno prácticamente ninguno de sus actores", indica la declaración.
Agrega que "aunque ese descrédito es amplificado por los medios de comunicación adictos al establishment y ciertos guetos fascistas, lo cierto es que el pueblo en su conjunto ha puesto en tela de juicio el funcionamiento del sistema institucional".
Entre los factores de la crisis, los socialistas enumeran "la actitud cómplice de los grandes actores de la política tradicional, la desvergonzada connivencia entre éstos y un poder económico habituado a las prácticas mafiosas, el riesgo cero y las ganancias ilimitadas de unos pocos a expensas de las grandes mayorías".
Suman también "la impunidad de los genocidas y la sumisión a las políticas de EEUU".