Miami. - El presidente George W. Bush dio ayer un espaldarazo a la posición anticastrista y, de paso, parecía asegurar para su Partido Republicano el voto duro del exilio cubano, de cara a las próximas elecciones estadounidenses. En el día en que se celebró el centenario de la independencia de Cuba, Bush retó al presidente Fidel Castro a liberar a los presos políticos y a convocar a elecciones libres. Mientras no haya un gobierno completamente democrático allí, Estados Unidos mantendrá el embargo, que dura ya 40 años, dijo Bush.
Sus palabras halagaron a la extrema derecha cubana que lo recibió por la noche en Miami en una cena de gala de 25.000 dólares el cubierto, con el objetivo de recaudar un millón de dólares destinados a la campaña de su hermano Jeff Bush, quien aspira a ser reelecto en noviembre como gobernador del Estado de la Florida.
Pero Bush también estaría pensando en las presidenciales del 2004, recordando que justamente el voto de Florida, por el escaso margen de 537 sufragios, le dio la victoria hace dos años. Florida, con casi un millón de exiliados cubanos, es un baluarte republicano.
La candidatura de Jeff Bush navegaba viento en popa hasta que hace un mes se descubrió un escándalo en una agencia gubernamental de cuidado de menores cuyas responsabilidades llegaron a sus oficinas de Tallahassee.
Embargo y elecciones libres
Bush aseguró que mantendrá el embargo y otras sanciones económicas contra Cuba mientras no haya elecciones libres y otras reformas democráticas en la isla. Bush rechazó así el pedido hecho la semana pasada por el ex presidente Jimmy Carter de levantar el embargo para "dar un primer paso" hacia la normalización de relaciones entre los dos países.
En una histórica visita a Cuba, Carter desafió a Castro a llevar a cabo reformas democráticas, pero opinó que Washington debería por su parte poner fin a las restricciones al comercio, viajes y remesas a la isla. Bush sostuvo, en cambio, que mantendrá el embargo a menos que Castro lleve a cabo elecciones "libres y justas" y reforme los sistemas político y económico.
El embargo sólo será levantado si se realizan "elecciones libres y justas certificadas", expresó Bush en un discurso en la Casa Blanca, ante un par de centenares de invitados especiales, con motivo del centenario de la independencia de Cuba.
Bush calificó a Castro como "un tirano" y "un dictador" que "secuestró la independencia de Cuba desde hace casi medio siglo", y bajo cuyo mandato "todas las elecciones en Cuba han sido fraudulentas". (DPA y AFP)