Año CXXXV
 Nº 49.484
Rosario,
martes  21 de
mayo de 2002
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Se reaviva el reclamo por las obras sobre el canal Serodino en la ruta 11
Una nueva muerte en el puente que 3.600 firmas pidieron ensanchar
Está a la entrada de Oliveros. El jueves pasado falleció un joven y el 31 de marzo de 2001 murieron seis adolescentes

Carlos Pulvirenti / La Capital

El puente angosto que cruza el canal Serodino, a la entrada de Oliveros, ha sido causante de múltiples accidentes y muertes. El jueves de la semana pasada cobró una nueva vida, esta vez la de Iván Gamerro, de 25 años, oriundo de San Lorenzo. El joven falleció tras ser chocado por un camión y caer a las aguas. La Capital reflejó en varios artículos lo peligroso de ese lugar luego de que el 31 de marzo del año pasado murieron seis adolescentes, hecho que movilizó a estudiantes de localidades de la zona para recolectar firmas reclamando que las autoridades procedieran a ensancharlo. En esa oportunidad se recolectaron 3.600 adhesiones e incluso entregaron una carta al gobernador Carlos Reutemann referida al problema.
La semana pasada, dos camiones Mercedes Benz con acoplado y un Fiat Regatta colisionaron cuando ingresaban al estrecho paso vial. Al parecer, el conductor del automóvil frenó, uno de los camiones lo embistió y los dos vehículos cayeron al canal.

Masivo petitorio
En los meses posteriores a la tragedia de marzo de 2001, conmovidos ante el accidente que costó la vida de los seis adolescentes de la zona, alumnos de los cuartos y quintos años de varias escuelas secundarias de Oliveros, Monje, Maciel, San Lorenzo, Serodino, Andino, Puerto San Gaboto, Timbúes y Puerto General San Martín recolectaron firmas en esas ciudades para solicitar que las autoridades tomen cartas en el asunto y concreten la obra de ampliación del puente.
En ese entonces, los estudiantes calificaron al puente como "asesino, una trampa, un verdadero cuello de botella". Las víctimas fatales de aquel accidente eran de Maciel, San Lorenzo y Puerto General San Martín. Los alumnos de la escuela Juan XXIII de Oliveros fueron los movilizadores de esa campaña. A un año de esa iniciativa la bronca de los alumnos y la incertidumbre de los habitantes es grande ante la indiferencia oficial para efectuar las reformas viales que mejoren una curva bastante cerrada que desemboca en el puente y que lo convierte en una trampa mortal.

Indignación
"Nos indigna que a un año de ese reclamo no se haya hecho nada y que volviera a costar otra vida por culpa de la falta de obras. En ese puente hubo muchísimos accidentes, esto no es nuevo, no sólo el del año pasado en el que fallecieron seis estudiantes, hace años que ocurren graves accidentes", contó Laura Podio, quien entonces cursaba el quinto año de la escuela Juan XXIII de Oliveros y hoy, ya en la facultad, estudia medicina en Rosario.
Olga, Elsa y Nelly Magrín, tres hermanas de más de 70 años que vivieron hace años a pocos metros del lugar, corroboran su peligro y comentaron que "hace más de 50 años ya le decían el puente de la muerte".
Podio manifestó que pese a que tenían exámenes trimestrales sus compañeros y ella robaron tiempo a sus estudios "y muchas tardes y fines de semana salimos a buscar firmas reclamando el ensanche del puente por el que pasan miles de vehículos a diario. Fue sacrificado, pero hecho con sentido solidario".

Una carta al gobernador
En junio pasado, los alumnos llegaron hasta el gobernador Carlos Reutemann durante un acto en Gaboto realizado para recordar el 474º aniversario del primer asentamiento español en el Río de la Plata -el fuerte Sancti Spíritu-. Allí los estudiantes le dieron una carta pidiendo que se concreten las obras. Además extendieron sus reclamos a legisladores y funcionarios presentes. "Diputado que identificábamos, le contábamos el tema. Todos nos dijeron que nos iban a apoyar en la propuesta de ensanchar el puente y que le mandáramos material detallado sobre lo que pedíamos, pero nadie hizo nada", contó Podio.
La misiva entregada al mandatario tuvo respuesta desde un área de Obras y Servicios Públicos de la provincia, que notificaba que "se haría lo posible para concretar las tareas", pero nunca llegaron.

Origen de la idea
La idea de reclamar por el ensanche del puente surgió en la casa de Carlota Orlandi, tía abuela de una de las adolescentes que fallecieron en el accidente sobre el puente el año pasado. Los estudiantes recolectaron firmas casa por casa y la extendieron a otras localidades de la zona.
Varios padres trasladaron de una localidad a otra a un grupo reducido de alumnos de Oliveros para que tomen contacto con estudiantes de otras escuelas y coordinaran tareas, recojieran firmas y concientizaran sobre el peligro del puente.
En esa intensa tarea se recolectaron firmas, se pegaron afiches. Sólo en Oliveros se juntaron mil firmas y en San Lorenzo otra cifra similar. "Lamentablemente, a más de un año, no sólo que no tuvo eco, sino que por la falta de obras una nueva vida se perdió", se quejó uno de los padres.



El automóvil aún permanece a un costado del canal. (Foto: Néstor Juncos)
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Concientizados y conmovidos
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