Rosana Sirur / Especial para La Capital
Villa Cañás. - La persistente llovizna que castiga desde hace días a esta ciudad no permitió que se desarrollen con normalidad los actos programados para festejar el centenario de Villa Cañás. A primeras horas de la mañana de ayer, cuando la ciudad comenzó a despertar, los cañaseños se fueron enterando que se había suspendido el almuerzo popular que reuniría a más de cuatro mil personas. Entonces sólo quedaba hacer el asadito en casa y compartirlo en la mesa familiar.
El mal tiempo también impidió la llegada del gobernador Carlos Reutemann, pero no la del titular de la Dirección Provincial de Viviendas y Urbanismo, Juan José Morín, quien además hizo entrega de 20 viviendas a los adjudicatarios de un Foprovi.
Muchos optaron por seguir los actos a través de las emisiones radiales en lugar de llegarse hasta plaza 9 de Julio. En representación del gobernador Reutemann se hizo presente en Villa Cañás el subsecretario de Municipios, Ricardo Spinozzi, quien al momento de hacer uso de la palabra mencionó el escudo de esta ciudad como "aquello que sintetiza bien su esencia, ya que los surcos y la espiga nos hablan de su economía agrícola, de la riqueza de sus alimentos, y el engranaje de la industria, que aparece como un sol naciente, simbolizando la esperanza en un futuro crecimiento", precisó.
Por su parte, el intendente Alberto Romagnoli aseguró que "para la historia de la humanidad una centuria es apenas un paso ínfimo en la evolución del mundo", remarcando que para los cañaseños "cien años no es poco ni mucho, es todo".
Romagnoli fundamentó sus palabras en las vivencias de cada uno de los habitantes de la ciudad, porque "en ella aprendimos a ser lo que somos. Porque somos parte de ella y ella está indisolublemente ligada a nosotros".
El jefe comunal, al igual que Spinozzi, puso como ejemplo al fundador, Juan Cañás y Rey, y a los inmigrantes que engrandecieron el país para reflejarse y tratar de salir de la crisis que afecta al país. "Todos somos Villa Cañás", dijo Romagnoli, recordando a quienes por distintas razones debieron emigrar del pueblo chico, rescatando "la riqueza del trato humano pueblerino", característico de esta agradable ciudad del sur santafesino.
Jorge Sesnich, miembro de la comisión de festejos, recordó a Juan Cañás como a "un hombre de negocios, un visionario que supo de la fertilidad del suelo y de la fe de tantas personas que en su homenaje nos llamamos, como integrantes de su familia, cañaseños".
En reconocimiento al fundador de la ciudad, las autoridades -junto a sus descendientes María Victoria Cañás de Corral (bisnieta), Joaquín Cañás (tataranieto) y Lía Victoria Cañás- depositaron una ofrenda floral en el busto que se encuentra en la Escuela Nº 178 Juan Cañás. Una vez concluido el acto se realizó un desfile del que participaron establecimientos educativos, colectividades, instituciones locales, agrupaciones tradicionalistas y autos antiguos.
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