El Clausura llega a su fin. Newell's culmina su participación en la Bombonera, con el objetivo de cerrar una aceptable campaña con un resultado positivo y que le permita terminar entre los primeros cinco lugares. Y no es una quimera. Porque enfrente estará un Boca devaluado y en crisis.
Devaluado por las adversidades reflejadas por el título que ya consiguió River en este torneo y por la reciente eliminación de la Copa Libertadores al perder con Olimpia en Paraguay.
En crisis porque la derrota copera profundizó las internas dentro del plantel, al extremo de que en la noche del jueves Marcelo Delgado y Guillermo Barros Schelotto no sólo intercambiaron palabras sino también algunos golpes.
Las diferencias entre ambos delanteros no son nuevas, como tampoco lo son las internas que siempre se originan en un plantel que tiene como entrenador a Oscar Washington Tabárez, quien hoy está tan cuestionado por los dirigentes como por los hinchas xeneizes
A favor de Newell's
Esta mala convivencia no es un dato menor para Newell's, ya que este clima de inestabilidad en Boca incidirá en el encuentro de esta tarde, porque Tabárez presentará una formación integrada por varios suplentes, acasión inmejorable para que los del Parque festejen un triunfo en la Bombonera después de mucho tiempo.
Cristian Traverso (transferido a La Piedad de México), Guillermo Barros Schelotto (suspendido por acumulación de cinco amarillas), Calvo, Burdisso, Clemente Rodríguez, Battaglia, Omar Pérez, Marcelo Delgado, Serna y Riquelme (fueron licenciados) integran la nómina de los ausentes.
En pos de una victoria que consolide la satisfacción por lo realizado en la primera parte de su ciclo, Julio Zamora ratificó a los mismos once futbolistas que vencieron a Nueva Chicago en la penúltima fecha. El Negro sabe que superar a Boca siempre es un resultado trascendente, independientemente de las circunstancias que impone un campeonato ya definido.
Por el contexto descripto, la mayor presión la tienen Tabárez y sus dirigidos, y si bien un triunfo no conformará a los hinchas de Boca al menos podría disimular el descontento reinante, el que seguramente se potenciará hacia el entrenador uruguayo en caso de que sume otra derrota.
Si Newell's logra rápidamente controlar el trámite del partido habrá dado un gran paso para quedarse con los puntos en disputa, ya que podría explotar con mayor facilidad los espacios que seguramente otorgará un Boca acelerado por corregir la historia, tarea que le será difícil por no contar con los hombres de mayor experiencia y jerarquía.
Los rojinegros cierran hoy una etapa alentadora de cara al futuro, la que bien puede ser el punto de partida para la consolidación de un grupo que sin dudas necesitará de la llegada de algunos refuerzos para adquirir mayor protagonismo en el Apertura.
En tanto, Boca tiene la difícil misión de superar este complicado momento que dirige Tabárez, quien otra vez, como en 1991, tiene a Newell's como el juez que decidirá su futuro.
La Ciudad
