El cazador oculto: La esperanza de la pantalla chica

Ricardo Luque / La Capital

Lo último que se pierde es la esperanza. Por eso, después de dar vueltas y vueltas en el aire durante horas con la nariz pegada al cristal bruñido del televisor, nadie abandona el control remoto. Porque, hay que reconocerlo, hoy en día encontrar un programa atractivo en la pequeña pantalla es una misión imposible. Ni siquiera los abonados a los sistemas de cable logran, a ciertas horas, dar con una propuesta lo suficientemente atractiva como para poner freno a la incontenible compulsión al zapping a la que los empuja la pobrísima y reiterativa programación televisiva. Sin embargo, cuando las fuerzas están a punto de flaquear y los dedos se acalambran de tanto presionar la botonera del mando a distancia, hay sólo un hombre capaz de recuperar la esperanza en la pequeña pantalla, y ése es, mal que les pese a los paladines de la televisión políticamente correcta, Samuel "Chiche" Gelblung. Y lo logra con un recurso que, aunque debería ser frecuente en la producción televisiva, hoy es poco frecuente y, por lo tanto, sorprende. Porque si hay un rasgo que destaca a "Memoria" del pelotón de programas "seudoperiodísticos" que inundan la pantalla por estos días es su asombrosa agenda periodística. Mientras la mayoría de los ciclos del género siguen, con matices, la línea que les traza la actualidad, "Memoria" se hace a un lado y, de ese modo, logra esquivar la obviedad. Así, mientras el resto se debate tratando de encontrar un punto de vista diferente al que ofrecen los telediarios de los temas del día, el programa de Chiche es una Caja de Pandora de la que, cuando uno menos lo espera, es capaz de sacar desde un testimonio "exclusivo" refrendado por un detector de mentiras hasta una confesión "caliente" de un famoso. Para muestra basta un botón: esta semana uno de sus panelistas estrella, Jacobo Winograd, reveló las intimidades sexuales del enviado del Fondo Monetario Internacional (FMI), el indio Anoop Singh, durante su estancia en Buenos Aires. Una joya. Una maravilla que alienta a pensar que no todo es más de lo mismo en la televisión argentina.