El ministro de Economía, Roberto Lavagna, justificó anoche que se pagaron 680 millones de dólares de una deuda contraída con el Banco Mundial "para no quedar en default con los organismos internacionales" y argumentó que "eso sería cortar los vínculos con el mundo". De todos modos, el jefe del Palacio de Hacienda anticipó que más allá de los esfuerzos que se hagan para acordar con el Fondo Monetario Internacional "plata fresca no va a haber".
"Este año vencen unos 9.000 millones de dólares y a lo que podemos aspirar es a reprogramarlo. La plata fresca puede venir, eventualmente, de los bancos que puedan aportar para prefinanciar exportaciones", dijo el funcionario.
"Logrado ese acuerdo (con los organismos internacionales) van a aparecer algunas líneas de exportación", dijo en relación a un crédito por 2.000 millones de dólares del Banco Mundial que espera el cierre del acuerdo con el FMI para su asignación.
Según Lavagna, "con la venta de productos al exterior" y la producción de bienes que antes se importaban, "se puede generar el impacto inicial, el motorcito para empezar a moverse, sólo eso, eso no alcanza para hacer la economía, pero de allí en más tiene que venir el resto", dijo el funcionario, y se animó a pronosticar el comienzo de un proceso de reactivación económica para "julio o agosto", siempre que se llegue a un arreglo con los organismos internacionales de crédito.
En el programa "Detrás de las noticias" que se emite por América, Lavagna explicó que que se impulsa flexibilizar el corralito financiero al permitir la compra de automóviles, casas e inversiones de capital, y cancelación de deudas con los plazos fijos reprogramados, y que no habrá que esperar dinero fresco de los organismos internacionales que haga despegar la economía (ver aparte).
Para flexibilizar el corralito "no vamos a obligar a la gente a hacer lo que no quiere", adelantó anoche, y consignó que el nuevo plan para destrabar el corralito contendrá "un montón de opciones", como inversión de capital, compra de casas, de automóviles "y la posibilidad de cancelar préstamos" con el dinero reprogramado.
Hacerlo circular
El ministro explicó que "la idea es que el dinero (dentro del corralito) sirva para hacer circular la economía". También evaluó la posibilidad de entregar títulos a cambio de los plazos fijos, pero anticipó que dentro de este plan "una parte (del dinero) la van a tener que poner los bancos con su propia cartera".
El funcionario reconoció que hasta ahora los bancos se opusieron a poner de su propio dinero, pero "es una negociación que está abierta", en la que el gobierno busca lograr un acuerdo.
Lavagna negó haber recibido la amenaza del titular del BankBoston, Manuel Sacerdote, de que el banco se retiraría del país se aprobaba el anterior Plan Bonos, que quedó descartado el fin de semana, pero advirtió que "las decisiones privadas son de cada uno".