El gobierno canceló ayer 680 millones de dólares correspondientes al primer vencimiento de un préstamo de emergencia otorgado por el Banco Mundial (BM) para lo cual destinó dinero de las reservas monetarias. Se trata de un crédito por 2.500 millones que había concedido el organismo en 1998.
Fuentes del Palacio de Hacienda confirmaron el giro de estos fondos para hacer frente al vencimiento que operará recién mañana y anticiparon que la semana próxima se pagarán otros 196 millones pendientes de un crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para concretar el pago que se anunció ayer, Economía tomó fondos de reserva indisponibles del Tesoro de la Nación de una partida de 4.000 millones de dólares provenientes del blindaje financiero "que estaban destinados a estos fines y que no podían ser utilizados para otros", según se ocuparon de aclarar fuentes del Palacio de Hacienda.
De esta manera las reservas del Banco Central, en dólares, declinarán a unos 11.000 millones de dólares, desde los 12.000 millones que tenía a fines de abril.
La decisión del gobierno de echar mano de las reservas para el pago de deuda demuestra la decisión del presidente Eduardo Duhalde de evitar caer en default con los organismos internacionales y da una señal de reinsertar a la Argentina en el mundo, pese a que en medio de esta crisis financiera, estos fondos son esenciales para asistir al mercado cambiario ante una eventual disparada del dólar.
Al mismo tiempo que el gobierno echó mano de las reservas para el pago de deuda, la Argentina recibió ayer 700 millones de dólares para ayuda social por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El dinero del crédito del BID se utilizará para financiar el Plan de Emergencia Social, incluyendo además becas estudiantiles, compras de medicamentos y programas especiales.
Duhalde afirmó, durante el acto en el que se rubricó el desembolso de dinero, que "esta firma la consideramos una prueba de confianza, un apoyo a la Argentina en momentos de dificultades".
"Este acuerdo es sustantivo. En momentos de dificultades financieras en la Argentina, estos 2.200 millones de pesos (694,2 millones de dólares) es de una ayuda extraordinaria y yo le agradezco al doctor Iglesias el permanente apoyo que hemos sentido de este organismo", indicó el presidente.
El préstamo es el primero que recibe el país después de que se declarara en cesación de pagos a fines de diciembre, y en medio de una grave crisis económica.
A dónde va la plata
El préstamo por 694,2 millones de dólares otorgado ayer por el BID será destinado a planes alimentarios, ocupacionales y sanitarios para hacer frente a la emergencia social que vive el país.
Los desembolsos se realizarán en el período de dos años y medio y el dinero, en realidad, surge de reformulación y redireccionamiento de créditos ya otorgados con anterioridad para diversos programas "con bajo desempeño y menor prioridad".
Los recursos serán destinados a atender tres objetivos centrales de la política social oficial: el subsidio de jefas y jefes de hogares desocupados, la emergencia alimentaria y la provisión de medicamentos básicos, de acuerdo a un informe elaborado por el BID.
El presidente Duhalde explicó que el dinero se aplicará al "mejoramiento de barrios, la atención de grupos vulnerables, a programas de becas para atención escolar, y a la reforma de la atención primaria de la salud en Salta, La Pampa y Córdoba".
En el acto estuvieron también, Hilda González de Duhalde, y los ministros de Economía, Rodolfo Lavagna; de Trabajo, Graciela Camaño; de Educación, Graciela Giannettasio; entre otros.