La Municipalidad decidió duplicar este año la ayuda alimentaria, de modo que se beneficie a unas 96 mil personas, el doble de los rosarinos que venían recibiendo la asistencia hasta ahora. Sin embargo, el secretario de Promoción Social municipal, Miguel Zamarini, no sólo consideró que todo incremento "siempre parece poco", sino que además disparó: "La situación actual es mucho peor que la de diciembre pasado, cuando sucedieron los estallidos sociales. El cirujeo está devaluado y hasta comer de la basura está devaluado, porque en las bolsas ya no se encuentra comida".
Lo cierto es que cerca del 50 por ciento del presupuesto de la Secretaría de Promoción Social está destinado a comida para los más carenciados. Y mientras que el año pasado el municipio desembolsó casi 4 millones de pesos, este año la suma supera ampliamente los 7 millones.
"No sólo gastamos más por el aumento de los precios; además, los alimentos van a llegar a más gente", apuntó Zamarini. El año pasado recibían ayuda 40 mil personas y este años serán unas 96 mil.
Además, el funcionario aclaró que la ayuda que comenzó a brindarse en diciembre pasado para frenar los estallidos en los barrios más carenciados, nunca dejó de brindarse. Y explicó también que "se sumaron nuevas intervenciones, como los subsidios que a través de convenios con distintas organizaciones se entregan para los comedores comunitarios y que llegan a cerca de 50 mil personas. Y las más de 7 mil cajas de refuerzo mensuales que se están entregando".
Y claro que tampoco faltaron los reclamos al sector privado y al gobierno nacional. "Los privados deberían aportar en esta situación. Y tienen cómo hacer, porque podrían hacer mejores precios cuando se trata de comida destinada a los carenciados. De la misma manera, el gobierno tendría que exeptuar del IVA a los alimentos que van a parar a los más necesitados", protestó Zamarini.
El titular de Promoción Social no dudó en segundo en asegurar que "la situación actual es mucho peor que la de diciembre". Y cuando se lo consultó sobre la posibilidad de nuevos estallidos, sólo respondió: "Hay que estar alerta porque las condiciones están dadas. Además, ahora no hay vuelta atrás, porque no se puede disminuir la cantidad de ayuda".
Y la sensación es que la ayuda nunca es suficiente. "Es que surgieron necesidades nuevas que no podemos satisfacer, porque la pobreza creció mucho más que la asistencia y ahora la exclusión también arrastró a sectores de la clase media. Además, se vieron imágenes desgarradoras en los último días. Y eso es porque el cirujeo está devaluado y hasta comer de la basura está devaluado: en las bolsas de la calle la gente ya no encuentra comida", apuntó el funcionario.
"La crisis social está contenida"
Por su parte, la secretaria provincial de Promoción Comunitaria, Adriana Cavuto, discrepó con Zamarini. Si bien admitió que "la crisis social está acentuada", consideró que "no es tan grave como en diciembre pasado".
A renglón seguido apuntó que "la situación es complicada, pero está contenida con grandes esfuerzos por parte del Estado".
El director de Acción Social de la secretaría provincial, Eduardo Luzzi, apuntó que se están distribuyendo en Rosario unas 38 mil cajas de comida por mes y fuentes allegadas a esa oficina estimaron que casi el 50 por ciento de los habitantes de la ciudad recibe algún tipo de ayuda alimentaria.
"En diciembre entregábamos alrededor de 7 mil cajas y ahora estamos repartiendo cinco veces más", apuntó Cavuto tras aclarar que los beneficiarios de los planes para Jefes y Jefas de Hogar Desocupados que se anotaron recientemente "cobrarán en junio, cuando el gobierno nacional lo determine".
La Ciudad
