Año CXXXV
 Nº 49.475
Rosario,
sábado  11 de
mayo de 2002
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Se entregó el presunto asesino de una portera
El sospechoso por el crimen de Silvana Zilli se presentó en Tribunales y quedó detenido

Un hombre de 28 años que era buscado por el crimen de Silvana Zilli, ocurrido el 29 de abril en barrio Jardín, se presentó espontáneamente ante el juez de instrucción Jorge Eldo Juárez e inmediatamente después quedó detenido e imputado de homicidio. Se trata de Héctor Marcelo Salazar, quien según la investigación policial sería el hombre que ingresó a la vivienda de la mujer con la excusa de repararle un horno microondas y terminó matándola por estrangulamiento.
Zilli, quien trabajaba como portera en el Colegio Don Bosco, fue encontrada sin vida en su casa de Saavedra Lamas al 6100 por una de sus hijas en la noche del lunes 29 de abril. La víctima se encontraba boca abajo, atada de pies y manos y con un cable de computadora ajustándole el cuello.
A partir de ese momento para los agentes de la Brigada de Homicidios y de la seccional 12ª quedó claro que el móvil del asesinato fue el robo, ya que se comprobó luego que de la vivienda faltaban unos 700 pesos.
Además, en uno de los dormitorios quedó un gran desorden y los autores del hecho habían dejado lista para llevarse una computadora completa. La primera hipótesis que armó la policía en base a testimonios de vecinos y de las propias hijas de la víctima se centraba en la participación de un electricista o técnico que habría llegado a la vivienda de Zilli para reparar un horno microondas.
En ese sentido, una persona que vive muy cerca del lugar vio y escuchó cuando la mujer recibía en su casa la visita de dos hombres, uno de los cuales se identificó como electricista. Los investigadores obtuvieron el nombre de Salazar cuando llegaron a relacionar al hombre y a su concubina con la víctima.
La mujer asesinada y una de sus hijas distribuían cosméticos de una conocida marca y le habrían vendido un par de artículos a la mujer de Salazar. Esa relación comercial habría sido el puente para que la Zilli contratara al electricista para arreglar el artefacto. Esa visita, de acuerdo a los elementos reunidos por la policía, se habría concretado el 29 de abril. Por eso Salazar se transformó en el principal sospechoso del homicidio y fue rastreado en tres allanamientos que dieron resultado negativo.
Desde ese día el sospechoso estuvo prófugo e incluso la policía llegó a creer que había viajado a la provincia de Buenos Aires. Ayer fue indagado en horas de la tarde por el juez Juárez.


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