Año CXXXV
 Nº 49.475
Rosario,
sábado  11 de
mayo de 2002
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Audaz golpe de dos delincuentes en Rioja y Presidente Roca
Asaltan un sanatorio en el centro y se llevan bonos en vez de la plata
Una empleada engañó a los ladrones: no advirtieron que el dinero estaba en una caja de seguridad

Dos delincuentes asaltaron ayer las oficinas administrativas del Sanatorio Americano con la modalidad express, pero en lugar de llevarse una importante suma de dinero en efectivo que estaba guardada en una caja de seguridad tuvieron que conformarse con 2.500 bonos Lecops.
El atraco, que además fue registrado por las cámaras del circuito cerrado de video, insumió menos de dos minutos y tuvo como condimento extra los insultos que los ladrones recibieron de boca de una mucama de la institución, que a viva voz los desafió e incluso intentó perseguirlos por la calle cuando escapaban. Los maleantes no lastimaron a nadie y desaparecieron en la esquina de Rioja y Presidente Roca, donde subieron a un taxi, según el relato de testigos.
Eran las 9.30 y, como todos los viernes, los empleados de contaduría del centro asistencial que se encuentra por calle Presidente Roca a la altura del 919, se aprestaban a concretar el pago a proveedores. El lugar cuenta con quince empleados, en su mayoría mujeres. Esas oficinas tienen un único ingreso que es una doble puerta (una de cristal y otra de rejas), que se abre por sistema de portero eléctrico. Los delincuentes irrumpieron en el lugar al aprovechar el momento en que un proveedor abandonaba el inmueble y se introdujeron antes de que las puertas volvieran a trabarse.

Con información
Las oficinas se comunican internamente con el edificio principal del centro médico que se levanta sobre Rioja al 1500. Hace pocos meses el Americano inauguró otro sector sobre esa misma cuadra, que comparte con el Instituto de Cardiología de Rosario.
El gerente administrativo del sanatorio, Juan Carlos Rocca, consignó a La Capital que el atraco se produjo en el día en que se realizan los pagos a los proveedores. "Probablemente hayan sabido de antemano que habría mucho dinero", agregó el ejecutivo.
Lo cierto es que el dúo ingresó al grito de "esto es un asalto". Los dos hombres no llevaban capuchas, pero cubrían parte de sus rostros con gorras extendidas hasta los ojos. El asalto duró tan poco tiempo que los empleados ni siquiera fueron obligados a tirarse al piso y prácticamente presenciaron el episodio desde sus escritorios.
Uno de los maleantes tomó a una de las trabajadoras y le pidió que le entregara el dinero. La mujer condujo al delincuente hacia una de las cajas fuertes, ubicada en la parte trasera del salón, y de allí entregó 2.500 billetes de Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales (Lecop), destinados al pago a proveedores. Según contaron testigos del asalto, la muchacha condujo al delincuente hacia el lugar donde estaban los bonos y no hacia el sitio donde estaba guardado el dinero.
Rocca comentó que en ningún momento los delincuentes agredieron físicamente a los empleados y que una vez que tuvieron el botín se retiraron con el único pedido de que nadie los mirara a la cara. El momento de mayor tensión, pero a la vez risueño, se dio cuando una empleada de limpieza comenzó a increpar con duros insultos a los delincuentes.
"Andate, hijo de puta que ese revólver es de juguete, rajá de acá", le espetó la mujer al hombre armado, que a pesar de esa provocación se mostró inmutable mientras esperaba que su cómplice juntara el botín.
Pero la cosa no quedó allí. Cuando el dúo ya había salido a la calle y corría en dirección a calle Rioja, la misma mujer salió corriendo y los persiguió unos metros. No los alcanzó porque los ladrones llegaron hasta la esquina, se subieron a un taxi y desaparecieron en medio del tránsito. Ayer no se sabía si el chofer estaba en combinación o si se trató sólo de una casualidad.
Rocca, por su parte, añadió que todo el asalto quedó registrado en las cintas de video del sistema de seguridad del sanatorio. Según el funcionario, las cámaras captaron nítidamente las figuras de los delincuentes y ese material ya se encuentra en poder de la policía. "Creo que si (los investigadores) ponen voluntad, pueden llegar a encontrarlos", opinó.



Los delincuentes entraron antes del pago a provedores. (Foto: Gustavo de los Ríos)
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