El Ministerio de Salud y las autoridades del Instituto Nacional Central Unico de Ablación e Implantes (Incucai) impulsan modificar la ley de Trasplantes y que toda persona mayor sea donante salvo que exprese su negativa. El objetivo es incrementar la cantidad de donantes de órganos en el país a partir de un "cambio en el sentido de la expresión de donar".
El ministro González García y Fernando Adrián Casavilla, quien ayer asumió la dirección del Incucai, revelaron que la idea es cambiar la legislación actual, en la que las personas que desean donar órganos lo deben expresar por propia voluntad en su DNI, y que el objetivo es dar vuelta ese concepto de manera que los ciudadanos que no expresen su voluntad de no donar, sean automáticamente considerados potenciales donantes.
Casavilla, quien se desempeñó en distintos organismos internacionales y cuenta con vasta experiencia en prácticas de trasplantes, dijo que el objetivo de su gestión será impulsar "una fuerte campaña educativa para incrementar la cantidad de donantes de órganos" y terminar con los prejuicios sobre supuestas prácticas de tráfico de órganos en el país.
"El Incucai es una institución central de la Argentina pero, sobre todo, tenemos que mejorar la cultura de los argentinos vinculada con la donación de órganos", señaló González García, quien adelantó que "esa va a ser una parte central de nuestra política en el sentido de que tengamos más órganos" para solucionar el problema de los más de 6 mil pacientes que actualmente se encuentran en lista de espera.
Si bien en la Argentina se realizan tres trasplantes por día, entre cinco y seis personas mueren diariamente por no contar con un órgano salvador.
Un derecho negativo
En ese marco, González García reveló se piensa cambiar "lo que es hoy un derecho negativo, es decir, que en vez de que los ciudadanos tengan que decir expresamente si quieren donar, que sea al revés, los que no dicen expresamente que no quieren donar, se supone que están de acuerdo con la ley".
Para el ministro, será un cambio fuerte en la cultura del país pero justificó la idea en que "muchos países en el mundo lo tienen" y en que "es una manera de solucionar muchos casos de pacientes que necesitan trasplante y no hay órganos humanos" disponibles para salvar esas vidas.
Por su parte, el nuevo presidente del Incucai, expresó que el objetivo de su gestión será "reforzar la función genérica que tiene el Incucai que es la atención de los derechos, las garantías y obligaciones de todas las personas e instituciones vinculadas al trasplante".
Para eso, dijo, impulsará la habilitación y fiscalización de los distintos centros de trasplante en todo el país, con una política descentralizada, la coordinación de procuración y distribución de órganos, para que exista un sistema de equidad en la distribución de órganos en el país.
En ese marco, Casavilla se comprometió en "apoyar las juridicciones provinciales para que ellas puedan generar órganos", a la vez que destacó la necesidad de "hacer hincapié en la comunicación, la información y la educación de todos los ciudadanos para que sepan primero qué significa la muerte, para después entender que lo que dona en cuanto a órganos de familiares, son de personas que tienen el diagnóstico de muerte cerebral que es irreversible". (DyN)