Bogotá. - Miles de civiles huyen del poblado colombiano de Bojayá (noroeste) en la última semana, aumentando dramáticamente la crisis del desplazamiento forzado en Colombia, que registra unos dos millones de desplazados en los últimos 15 años. Según un censo de la estatal Red de Solidaridad Social, un total de 470 familias, conformadas por 2.011 personas, salieron presas del pánico de Bojayá, donde el pasado jueves un cilindro-bomba de la guerrilla mató a 112 civiles que se habían refugiado en una iglesia en medio de combates entre la Farc y los paramilitares. La organización de derechos humanos Human Rigths Watch pidió a las Farc -que admitió su autoría en la matanza- que no usen más ese tipo de artefacto explosivo. Sin embargo, el alcalde de Bojayá, Ariel Palacio, calcula que el número de desplazados podría ascender a unos 5.000 en los próximos días, por lo que hizo un pedido urgente de ayuda humanitaria para los habitantes del municipio, ubicado en Chocó, el departamento más empobrecido de Colombia. Los habitantes de Bojayá y poblados aledaños, en su mayoría niños, huyen a bordo de rústicas embarcaciones, navegando por el caudaloso río Atrato, hacia poblados cercanos, principalmente hacia Quibdó, capital departamental de Chocó. El desplazamiento masivo en Chocó es el último episodio de una interminable éxodo de campesinos, en su mayoría mujeres y niños, que se ven forzados a dejar sus parcelas y huir hacia otras regiones del país o a cruzar las fronteras con Ecuador, Venezuela y Panamá, amenazados por los paramilitares de la extrema derecha y las guerrillas izquierdistas que operan en distintas zonas del país. Un total de 816 de los 1.100 municipios colombianos están afectados por el desplazamiento forzado, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que ha calificado la situación como una de las más graves del mundo. Según cifras oficiales, unas 750.000 personas se han visto obligadas a huir de las zonas de conflicto desde 1995, principalmente miembros de las etnias indígena y afrocolombiana, pero organismos humanitarios coinciden en señalar que esa cifra alcanza los dos millones en los últimos 15 años. El desplazamiento forzado ha incidido considerablemente en la desintegración familiar e incrementado la pobreza en Colombia, que afecta al 64% de los 42 millones de habitantes, según un reciente informe del BM. (AFP)
| En Bogotá, un hombre exhibe una foto de la masacre. | | Ampliar Foto | | |
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