Barrer la vereda revirtió la suerte de un hombre que fue apresado el martes, después de 17 meses, acusado de robar unos 130 mil pesos del banco Credicoop de Arroyo Seco en diciembre de 2000. Sebastián Aníbal Molina Chunquía, de 37 años, fue apresado escoba en mano, frente a su casa, en Guardia Morada al 6900 del barrio Las Flores.
La detención la realizó la Brigada de Investigaciones de Rosario. A uno de los miembros de la sección le asombraba el parecido que el hombre que habitualmente barría frente a su casa guardaba con el ladrón que aparecía en el video registrado durante un robo por la cámara de seguridad de un banco. A este hombre el policía recordaba, además, haberlo visto en un comercio al que concurrían ambos, contó una calificada fuente de la investigación.
El detenido, además, cuenta con al menos tres condenas anteriores cumplidas por robos calificados. La última vez que se registró su ingreso a Coronda fue en 1996, con una pena de tres años, indicaron las fuentes. De acuerdo a los investigadores, en todos los golpes obtuvo importantes botines.
El martes, el presunto ladrón fue detenido cuando barría la vereda de la casa en la que vive con su mujer, en Guardia Morada al 6900 y negó las acusaciones.
El robo del que acusan a Molina Chunquía ocurrió el 20 de diciembre de 2000 en el Banco Credicoop de Arroyo Seco. Lo protagonizaron dos ladrones armados, vestidos como policías, que entraron después del cierre y se llevaron los 127 mil pesos que iban a ser depositados.
El robo quedó filmado por las cámaras de seguridad del banco y a partir de la cinta la policía sostiene que el ladrón es Molina Chunquía.
Para los investigadores, el parecido físico del detenido con el hombre de la filmación despeja las dudas sobre su participación en el robo. Además de los rasgos y gruesos bigotes, indicaron que Molina Chunquía adquiere modismos y posturas característicos al hablar, que mostró en el momento de su detención y son idénticas a las que se ven en la cinta el día del robo.
Los testigos del robo al banco de Arroyo Seco calificaron a los ladrones como auténticos profesionales.
El plan comenzó a las 15.40, después del horario de cierre. El ingreso fue por una puerta lateral, sobre calle Mitre, para lo cual lograron confundir al custodio con la vestimenta policial.
El gerente se acercó a la garita para avisar al custodio la presencia policial en la puerta y, de acuerdo a lo que trascendió en ese momento, lo autorizó a atenderlos. Pero al abrir la puerta los ladrones atropellaron al policía y le quitaron el arma de un culatazo en la cabeza. Seis empleados que estaban en la planta baja fueron obligados a tirarse al suelo y los ladrones fueron directamente al tesoro, donde colocaron la recaudación en un bolso. Ese día el cobro de impuestos había dejado una recaudación de 127 mil pesos, de los cuales algunas decenas de miles eran dólares, que constituyeron el botín, aseguraron fuentes policiales y de Tribunales.
Profesionales
Los ladrones escaparon en una moto Enduro color blanco, con un compañero que los esperó afuera. Adentro del local midieron el tiempo permanentemente, se hablaron con tranquilidad y no maltrataron a ninguno de los testigos, con excepción del custodio que recibió el golpe.
El primer detenido fue el policía que abrió la puerta a los ladrones, a quien el juez de Instrucción 3ª, Luis María Caterina, procesó por su presunta participación en el robo o haber actuado por negligencia.
El suboficial Nicolás Antonio Aliva, que trabajaba en el Comando Radioeléctrico de Arroyo Seco, fue detenido inmediatamente y sobreseído tras 9 meses de prisión. De acuerdo a la cinta grabada, el hombre había abierto la puerta a los ladrones sin seguir con el procedimiento reglamentario. Pero la defensa del custodio sostuvo que el hombre no conocía esa práctica, que nunca se utilizaba en el banco. Además, indicó que no podría haber planeado el robo porque sólo 20 horas antes se enteró que ese día actuaría como custodio.
El segundo ladrón que participó en el robo aún no está totalmente identificado para los investigadores, y el tercero, que esperó en la moto, aún ignoran quien fue. Molina Chunquía quedó detenido en la Alcaidía, ubicada en la ex jefatura, de Santa Fe y Dorrego.