El gobernador Carlos Reutemann dejó inaugurado ayer un nuevo sistema de aterrizaje por instrumento en el Aeropuerto Internacional Rosario. El equipo demandó una inversión de casi un millón de pesos y permite el descenso de las aeronaves en la aeroestación local inclusive cuando las condiciones climáticas son adversas. "Es una obra importantísima que posibilitará a los aviones bajar por instrumentos en Rosario, sobre todo los días nublados de invierno", ejemplificó el mandatario provincial, quien a renglón seguido admitió que aún tiene otro desafío por delante: terminar las obras edilicias del aeropuerto.
El ILS (Instrumental Landing System) fue instalado en una de las cabeceras de las pistas y si bien quedó ayer inaugurado oficialmente, ya estaba en marcha desde hacía más de 90 días.
"En realidad, el equipo se puso en funcionamiento el 31 de enero pasado", confirmó a La Capital el jefe del aeropuerto Rosario, vicecomodoro Horacio Alassia, y explicó que "el ILS es una ayuda electrónica para poder realizar aterrizajes cuando la visibilidad es reducida". En tal sentido, indicó que este factor puede originarse por niebla, lluvia o llovizna.
El equipo Normak, de origen noruego, pertenece a la categoría 1, es decir que permite realizar los descensos de los aviones siempre y cuando el techo de nubes esté ubicado a 60 metros del suelo y la visibilidad horizontal sea de 900 metros.
Más confiabilidad
Alassia detalló que los equipos anteriores "tenían graves problemas de mantenimiento, no se conseguían los repuestos y era difícil mantenerlos en servicio". Señaló ademas que el flamante ILS "brinda mayor confiabilidad, se calibra más fácilmente, se disminuye el número de posibles errores y se asegura un funcionamiento del 99 por ciento del tiempo".
El vicecomodoro apuntó que el aeropuerto Rosario "no tiene una buena ubicación, ya que está en una zona baja y muy húmeda". Por tanto, destacó que en otoño "se produce la saturación de la atmósfera y se observa la presencia de niebla", por lo que el ILS se convierte en un elemento imprescindible para el aterrizaje de los aviones.
Este instrumental en otoño se utiliza mayormente en los vuelos matutinos, y el piloto aterriza mirando el instrumental de la cabina del avión, en lugar de descender observando el exterior de la máquina.
Cuando el ILS no estaba instalado, era necesario que las condiciones fueran óptimas. "Se requerían 5 mil metros de visibilidad y un techo de nubes ubicado a 300 metros de altura". agregó Alassia.
"Es una obra importantísima para bajar por instrumentos en Rosario los días nublados, fundamentalmente en invierno", opinó Reutemann y reconoció que "ahora queda lo más complicado que es seguir adelante con las obras edilicias del aeropuerto".
El mandatario admitió que el Estado provincial "está reacomodando la situación financiera" y dijo que pretende "poder finalizar los trabajos en el aeropuerto en los tiempos establecidos". No obstante, aclaró que el ritmo de las obras está atado a la recaudación y confesó que "la provincia está recaudando un 26 por ciento menos que en el período anterior".
El acto que tuvo lugar ayer, fue presidido por el gobernador y participó además el jefe de Estado Mayor del Comando de Regiones Aéreas, brigadier Antonio Fazio Carreras.