Mariano Bereznicki / La Capital
Sigue en estado reservado pero retrocede cada vez más hacia la zona caliente del descenso. Argentino complica su futuro con el correr de las fechas. Pero lo más grave de todo es que se debe a sus propias falencias y falta de actitud. Por ejemplo, ayer ante San Telmo fue un equipo fantasmal. Le regaló la pelota al rival durante gran parte del encuentro como demostrando quizás un síntoma de no saber qué hacer con ella. Y en consecuencia, la visita terminó festejando por 2 a 0, ante la desazón de los propios jugadores locales, que por lo visto no toman conciencia de que lo que está en juego es la plaza en la categoría. De seguir por esta senda, no caben dudas de que los de barrio Sarmiento estarán condenados a descender. Fue un lamento y no hay vuelta que darle. Lo de Argentino resultó muy patético. A tal punto que además de no generar muchas situaciones de riesgo no tuvo la iniciativa para erigirse en protagonista. Desde el vamos los anfitriones les regalaron la pelota y el terreno a sus rivales. A tal punto que entre Conti, Pasquinelli y Poggi se cansaron de reflejar lo floja que era la defensa salaíta. Pero Argentino tuvo algunos flashes de imaginación en la primera. Por ejemplo logró cruzar el mediocampo en varias ocasiones. Pero cuando cruzaba ese paralelo y llegaba hasta el área rival dejaba la sensación de que sus hombres no sabían cómo vulnerar a Carrel. Y San Telmo, que se mostró como un conjunto muy ordenado por donde se lo mirara, aprovechó para abrir el marcador cuando tuvo su oportunidad. ¿La fórmula? La defensa local se durmió por completo tras una jugada de pelota parada y Poggi fusiló a un desesperado Del Vecchio. La visita pudo estirar en varias ocasiones más la diferencia antes de irse a los vestuarios, pero sus delanteros fallaron a la hora de la definición. En la segunda etapa, San Telmo se tomó un respiro y los locales aprovecharon para probar al uno visitante. Pero más allá de las buenas intenciones, Argentino dejó sentado que sus jugadores no estaban en su mejor tarde. Tan es así que cuando tenían en la mira el arco, tanto Rubio como Bagüí o Robisso se encargaron de dilapidar esas chances de poder igualar un partido que ya estaba perdido desde los vestuarios mismos. Porque Ojeda ratificó que no está para jugar todo el partido y que Akerman y Robisso siguen con la pólvora mojada. Y San Telmo supo aprovechar todas estas ofertas para liquidarlo con un golazo de Pasquinelli. Si Argentino no cambia varias cosas en función de equipo, el descenso será inevitable.
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