Dos tragedias aéreas, una en China y otra en Túnez, provocaron ayer decenas de muertos y heridos. Los dos accidentes ocurrieron cuando las máquinas hacían su aproximación de aterrizaje. En el avión chino, de la empresa estatal Northern Airlines, no hubo sobrevivientes, mientras que en el otro, de la compañía Egyptair, sobrevivió la mitad del pasaje.
El avión de la compañía china Northern Airlines se estrelló ayer con 112 ocupantes en la costa de Dalian (noreste de la China), según la agencia estatal Nueva. Unas cinco horas después del drama, los equipos de rescate habían recuperado más de sesenta cadáveres.
Los 103 pasajeros y 9 miembros de la tripulación se encontraban a bordo del MD-82 que cubría el trayecto entre Pekín y Dalian, que se estrelló poco después de las 11 (hora de la Argentina). La agencia informó del descubrimiento de un carrito totalmente carbonizado en el avión, lo que probaría la gravedad del incendio que se produjo a bordo.
El piloto señaló que hubo un incendio en la cabina poco antes de perder el contacto con la torre de control. Según varios testigos, el avión cayó al mar a unos 20 kilómetros al este del aeropuerto de Dalian.
Importantes operaciones de socorro, difíciles debido a la oscuridad, fueron iniciadas de inmediato con la participación en especial de 30 barcos para encontrar eventuales sobrevivientes.
Se trata del segundo accidente de una compañía aérea china en tres semanas.
Ciento veintinueve personas fallecieron el 15 de abril cuando un Boeing 767 de Air China se estrelló mientras intentaba aterrizar en Corea del Sur debido al mal tiempo. Creada en 1990, China Northern es una pequeña compañía con base en Shenyang, capital de la provincia de Liaoning, que se iba a fusionar próximamente con la Southern Airlines en el marco de una reagrupación de las principales empresas aéreas chinas. Su flota incluye 24 aparatos MD-82.
El MD-82 tiene una capacidad máxima de 172 pasajeros. La serie fue creada por el constructor norteamericano McDonnell Douglas, que Boeing compró en 1997.
Aterrizaje forzoso en Túnez
El avión de la compañía egipcia Egyptair que cayó ayer por la tarde en el aeropuerto de Túnez-Cartago intentó efectuar un aterrizaje forzoso antes de estrellarse, indicó una fuente oficial tunecina. El piloto soltó el combustible antes de intentar realizar un aterrizaje forzoso evitando así la explosión del aparato.
El aparato, de tipo Boeing 737-500, con 64 personas a bordo, sufrió una avería en su tren de aterrizaje y emitió una señal de socorro antes del accidente, precisó un alto responsable tunecino.
Dieciocho personas murieron y 33 sobrevivieron al siniestro, según el último balance provisional anunciado por el embajador egipcio en Túnez.
El avión se estrelló contra la ladera de una pequeña colina aledaña al parque Ennahli, cerca de la periferia de la Ariana, a seis kilómetros del aeropuerto de Túnez-Cartago. El aparato yacía en medio del fango, volcado, con la carlinga partida en dos por el medio.
La evacuación de los heridos y la búsqueda de más sobrevivientes continuaba anoche bajo una intensa lluvia. Dos helicópteros lograron aterrizar en el terreno escarpado para evacuar a los heridos, algunos de ellos llevados por los socorristas hacia las ambulancias que se encontraban bloqueadas en la parte baja de la colina.
Un responsable de aviación civil indicó que de la tripulación sólo había sobrevivido el piloto del Boeing 737-500. El piloto fue hallado a varios metros de la carlinga, todavía atado a su asiento. Antes de la maniobra alertó a la torre de control que no podía sacar el tren de aterrizaje.
La tripulación estaba compuesta por seis personas: el piloto, el copiloto, dos azafatas y dos asistentes de vuelo, así como dos funcionarios encargados de la seguridad del aparato, según Egyptair.
El aparato volaba de El Cairo a Túnez y tenía previsto aterrizar en el aeropuerto Túnez-Cartago a las 14.30 (hora local). (AFP)
La Ciudad
