Año CXXXV
 Nº 49.471
Rosario,
martes  07 de
mayo de 2002
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Unos 270 argentinos de bajos recursos estudian gratis medicina en Cuba
Cerca de 4.500 latinoamericanos cursan la carrera

Doscientos sesenta jóvenes argentinos de bajos recursos, muchos originarios de comunidades indígenas y de diversas provincias, cursan medicina en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, en Cuba, una carrera que contempla un período de nivelación y seis años para obtener el título. "Yo llegué hace un año y medio, ya cursé el Premédico y ahora estoy en el primer año de los seis que durarán mis estudios", dijo desde La Habana Erika Silvana Orona, oriunda del pueblo Sol de Julio, del Departamento Ojo de Agua, Santiago del Estero. Erika, que tiene 19 años y que espera recibirse de médica, vive y estudia en la escuela cubana, que la becó junto a otros 4.500 jóvenes del continente que no estaban en condiciones de costearse una carrera.
"Cuando viajé el año pasado, lo hicieron también otros 80 jóvenes argentinos, había una cantidad similar que estaba en la isla desde hacía dos años y ahora somos un total de 269. Los últimos en llegar, el lunes pasado, fueron nueve chicos de origen mapuche de Río Negro".
La Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, que pone como requisito tener menos de 25 años y aprobado el secundario, prevé otorgar un total de 8.000 becas a jóvenes latinoamericanos y africanos, de las cuales ya otorgaron 4.500. El compromiso de los futuros médicos, pasa por regresar a sus comunidades y ejercer allí una vez recibidos.
Tras llegar a La Habana, Erika cursó durante algo más de un mes el MGI (Medicina General Integral) un preparatorio que se lleva a cabo en los policlínicos de la capital cubana para entrar en contacto con los pacientes y aprender a tratarlos.
Durante los seis meses siguientes, en las instalaciones de la escuela la joven cursó el Premédico, que sirve para evaluar y nivelar a estudiantes procedentes de distintos lugares. "Cuando comenzamos a cursar el primer año, fuimos alojados en habitaciones de doce, ocho o cuatro camas -relató Erika-; nosotras somos doce chicas: 6 argentinas, 3 bolivianas y 3 paraguayas y cada una tiene además de su cama un roperito propio".
Las otras cinco chicas argentinas que conviven con Erika son Griselda, de Glew, provincia de Buenos Aires; Silvia, de Lago Puelo, Chubut; Noelia, de Villa Angela; Carolina, de Resistencia, Chaco, y Cintia, de Santiago del Estero.
Las estudiantes permanecerán alojadas en la escuela los dos primeros años y después cursarán los otros cuatro en distintos hospitales de la isla. "De lunes a viernes son tantas las clases y el estudio -comentó Erika- que prácticamente no salimos de la escuela porque acá además de estudiar, dormimos y comemos y recién el viernes por la tarde tenemos pase libre hasta el anochecer del domingo".
La Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas está ubicada en las afueras de La Habana, muy cerca de la zona de playas y pegada a un pueblito llamado Baracoa. La misma escuela los provee de los elementos de higiene personal y les paga cien pesos cubanos, un sueldo simbólico, porque la beca contempla vivienda y comida.

Evaluación diaria
Griselda Ruiz, de 23 años, una de las argentinas que está en primer año y que comparte la habitación con Erika, indicó que es mucho lo que hay que estudiar y que queda poco tiempo para otras cosas: "Te evalúan todos los días, hay que estudiar mucho y por ahora no pudimos relacionarnos con chicos cubanos de nuestra edad, dijo Griselda". La joven de Glew explicó que "hay muy buena onda en toda la delegación argentina" y que cuando alguno cae en momentos de melancolía o depresión "estamos todos allí para apoyarlo", incluso hay "buena integración con los chicos de otros países".
Griselda puso de relieve la solidaridad de los cubanos vecinos a la escuela que hasta son capaces de ceder sus casas para el estudio o para brindarles algún refresco. (Télam)


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