Con un sueldo de 1.049 euros al mes (unos 950 dólares), el interés de los jóvenes por integrar la Guardia Suiza, encargada de la defensa del Vaticano, ha decaído, algo que sus mandos tratan de compensar con una política de formación continua que permita, tras dos años de servicio, aprender un oficio a los soldados.
La Guardia Suiza garantiza discretamente la seguridad del Vaticano y del Papa, incluyendo su "protección de proximidad" gracias a su conocimiento de artes marciales y, en último recurso, al uso de fusiles de asalto.
"No le diré donde están las pistolas y los fusiles de asalto. Además, no las usamos nunca, pese a estar entrenados. En caso de problemas tratamos de discutir, si no funciona desplazamos físicamente a la persona", explicó el comandante de la Guardia Suiza Pontificia, el coronel del ejército suizo Pius Segmuller.
El oficial se congratuló porque el "95 por ciento de los casos se resuelven discutiendo" pues el simple hecho de "sacar un arma en la Basílica o en la plaza San Pedro podría causar el pánico entre los miles de fieles".
Respecto a la seguridad de proximidad del Papa, "siempre estamos presentes, de civil por supuesto", explicó el oficial suizo, rechazando añadir otros detalles por razones de seguridad. El papa Juan Pablo II fue alcanzado por dos balas durante un atentado en 1981.
Los Guardias Suizos se ocupan de la protección del Sumo Pontífice y del Vaticano desde 1506, fecha de la creación del cuerpo por el Papa Julio II. La es el único cuerpo militar especial que los sucesivos papas han mantenido, al contrario que los Cavalleggeri, la Guardia Noble y la Guardia Palatina de Honor.
"El salario base es de 1.049 euros, del que no pagan impuestos, el alojamiento no les cuesta nada, la alimentación casi nada, no cotizan por su atención sanitaria y cuentan con dos almacenes exentos de impuestos donde pueden hacer sus compras, de modo que su capacidad de ahorro es del 75 por ciento de su salario", aseguró el coronel Segmuller.
Suizo, alto y católico
Para ingresar en la guardia no es suficiente ser suizo, sino además ser soltero, tener entre 19 y 30 años, medir al menos 1,74 m, "ser católico romano" y tener "una reputación irreprochable, destaca el folleto informativo sobre reclutamiento.
Entre otros, se otorga a los miembros de la guardia cursos de informática y de inglés, así como una formación que les permite obtener en tres años un diploma federal suizo de agente de seguridad.
El coronel Segmuller no quiso pronunciarse sobre un asunto que causó escándalo en el Vaticano en 1998, el doble asesinato de un comandante del cuerpo y su esposa, a manos de un joven guardia que se suicidó inmediatamente después, según la versión oficial contestada por la familia del muchacho.
Sí reconoció que, tras el incidente, los candidatos al ingreso "pasan un test psicológico, en caso de duda del examinador".
La Guardia, de la que el Comandante en Jefe es el Papa, está comandada por un coronel e incluye en total 5 oficiales, 26 suboficiales y 78 alabarderos. (AFP)