Ahorristas perjudicados por el corralito protagonizaron incidentes con adeptos al gobierno y efectivos policiales cuando protestaban en los alrededores de la Casa Rosada durante la jura de los nuevos ministros del gabinete nacional. Los disturbios comenzaron cuando un grupo de los ahorristas que suele realizar escraches en la city porteña contra el corralito y la pesificación insultó a los funcionarios que llegaban a la Casa Rosada y arrojó piedras y pintura contra los autos oficiales que ingresaban a la explanada que da sobre la intersección de Balcarce y Rivadavia. Los problemas se produjeron una hora antes de que comenzara el acto en el que juraron la ministra de Trabajo, Graciela Camaño (esposa del dirigente Luis Barrionuevo); el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, y el ministro del Interior, Jorge Matzkin. En breves declaraciones a la prensa, Barrionuevo negó haber enviado a simpatizantes del gremio de los gastronómicos para "agredir" a los ahorristas, a quienes les recomendó que "vayan a romper los bancos". "Si ellos son sanos, pusieron la plata en los bancos y se la robaron, ¿qué culpa tenemos nosotros? Los responsables son los bancos, la responsabilidad es de los banqueros", afirmó Barrionuevo, para enfatizar sin medias tintas: "En buena hora, que vayan y rompan los bancos". En cuanto a los incidentes, aseguró que está "en contra de la violencia, pero tampoco ellos pueden agredir a cualquiera", para añadir: "Si vos agredís, tenés que recibir el vuelto". Así, a pocos minutos de que en el interior de la Casa Rosada el presidente Eduardo Duhalde tomara juramento a los nuevos ministros, en el exterior, los manifestantes repudiaban el acto y comenzaron a forcejear con la policía que dispuso el despliegue de un gran número de efectivos de la Guardia de Infantería. Esto motivó que algunos invitados no pudieran llegar a tiempo a la ceremonia o directamente decidieran no ingresar a la sede gubernamental, donde se vio dificultado el ingreso y la salida del personal administrativos. Pero también hubo trompadas entre algunos ahorristas y adeptos a algunos de los nuevos ministros. Incluso hubo invitados, reconocidos por lo impecable de sus trajes, que recibieron insultos y escupitajos y tuvieron que dar más de una vuelta para poder entrar a la Rosada. El malestar de los manifestantes lo pudo comprobar en carne propia el diputado nacional y ex ministro de Justicia bonaerense Jorge Casanovas, quien caminando a paso vivo entró por entre las vallas circundantes de la Casa de Gobierno mientras era insultado al grito de "chorro" y "ladrón". El propio ministro de Economía, Roberto Lavagna, tuvo que ingresar por un acceso lateral, ya que la entrada principal se hacía prácticamente inaccesible por la presencia de los manifestantes, entre los que también había representantes de partidos de izquierda, como la legisladora Vilma Ripoll. En tanto, el cordón policial fue corrido hacia el centro de la plaza y un nuevo vallado fue dispuesto sobre el centro del predio, a la altura de la Pirámide de Mayo. De ese modo, la policía armó un verdadero corralito (de malla metálica) para contener a los ahorristas perjudicados por el cerco financiero que ayer habían optado por dirigirse a la Plaza de Mayo. Algunos de los invitados intentaron dialogar con los manifestantes pese a que los insultos no cesaron, mientras mujeres elegantemente vestidas que se limitaban a decir que llegaron a la Plaza "en son de paz" y que rechazaban la manifestación de ahorristas intentaban que la televisión no filme los incidentes bajo el argumento de que la prensa estaba incitando a la violencia. Después, con la llegada de los refuerzos policiales y la ampliación del vallado, los manifestantes fueron contenidos y comenzaron a desconcentrarse.
| |