Después de 14 de años de postergaciones, el Poder Ejecutivo dispuso la realización del Censo Nacional Agropecuario durante el 2002 en todo el territorio nacional. La medida, promulgada a través del decreto 681/2002 publicado la semana pasada en el Boletín Oficial, establece la creación de un comité que tendrá a su cargo la coordinación del operativo censal y que deberá constituirse dentro de los próximos 45 días.
El último relevamiento censal para el sector agropecuario fue realizado en el año 1988 y, más tarde, sólo hubo una experiencia piloto en el partido de Pergamino durante el año 1999, con el objetivo de probar metodologías. Hubo demandas por parte de distintas instituciones tanto públicas y privadas para que se concretara su realización ya que su información es vital para la toma de decisiones y desarrollo de políticas acordes con la realidad del sector.
En rigor, la falta de decisión política para concretar su ejecución ha contrariado las distintas experiencias internacionales que aconsejan no postergar los censos por más de diez años. Finalmente, después de haber superado el plazo aconsejado, el gobierno nacional dispuso su realización aunque no hay precisiones de la fecha.
Manos a la obra
El decreto publicado en el Boletín oficial señala que en virtud de las experiencias anteriores es necesario diseñar un esquema organizativo de trabajo que permita disponer de los resultados en un breve plazo, para que no queden desvirtuados por las deficiencias y la dilación de su ejecución.
Para ello se facultó al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para disponer una estructura transitoria de recursos humanos y materiales para cumplir con el objetivo.
En ese sentido, se habilitó al organismo a conformar un comité que será encargado de llevar adelante las tareas censales y pre-censales. El comité coordinador estará integrado por representantes de los ministerios de Economía, Interior, Educación y Defensa, y de las secretarías de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos.
El objetivo del relevamiento es obtener información concreta y adecuada para el sector de manera que sirvan como insumo a las políticas de desarrollo del campo, que desde hace tiempo vienen postergadas.