U. G. Mauro / La Capital
"Eso de que soy «el cantor nacional», como dicen por ahí, es una exageración y en realidad responde al hecho de que también canto folclore y tango, aunque podría además cantar rock como alguna vez lo hice, cuando era un adolescente", dijo a La Capital Jairo, quien hoy, a las a 21.30, presentará el espectáculo "A puro Jairo" en el Auditorio Fundación Héctor I. Astengo, Mitre 754. El show de esta noche será un recorrido por la carrera del cantante de Cruz del Eje, quien recientemente editó con el nombre de "A puro Jairo" una lujosa colección de cuatro compactos en los que reunió temas de diversas etapas de su carrera, desde los años que pasó en Francia hasta sus últimas grabaciones en la Argentina como "Balacera" y "Diario de un regreso". -Considerando que "A puro Jairo" es un álbum editado lujosamente, ¿cómo se está vendiendo? -Tal cómo está presentado y teniendo en cuenta que son cuatro discos, se está vendiendo muy bien. Yo soy de los que tienen clientela fija (risas) y eso juega a favor. Anda muy bien y se va a vender en el exterior, porque voy a entrar en una colección que tiene el sello Universal de Francia en el que se editan obras de Jacque Brel o Georges Brassens. -¿Hay mucho de tu producción en Francia que no se conoce en la Argentina? -Sí, bastante. En "A puro Jairo" traté de recuperar unas diez canciones, pero hay muchas más que se quedaron afuera y que difícilmente se vuelvan a recuperar, como por ejemplo lo que grabé en francés de María Elena Walsh. -¿Estás trabajando en algo nuevo? -Sí y se trata de algo totalmente acústico, con repertorio de Astor Piazzolla, desde el año 50 hasta el final. Creo que una de las últimas canciones que compuso la hizo para mí. Se llama "Querido tango" y en francés se tituló "Go tangó", un nombre que él le puso a la música. Aquí saldrá como canción inédita. -¿Porqué la mayoría de tus últimas producciones tienen carácter conceptual? -No creo que haya una razón concreta. Quizás sean sencillamente ganas de hacerlas así. Hubo coincidencias como que, por ejemplo. el "Homenaje a Yupanqui" no estaba previsto como para un disco, sino para un espectáculo. Con "Balacera" en cambio se trató de canciones de Daniel Salzano que sí fueron pensadas como algo conceptual, pero con canciones individuales. Lo del Che no fue un proyecto mío sino que fueron sus autores, Hamlet Lima Quintana y Oscar Cardozo Ocampo, los que me buscaron. -¿Cómo te pegó la muerte de ambos autores? -Creo que van a tener que pasar muchos años y se deberán dar condiciones muy especiales para que salgan otros tipos como ellos. Con gente como esa, como Armando Tejada Gómez, sentís que aunque seas amigo, conocido o hayas tenido una relación circunstancial, te queda una afinidad sin saber por qué, aunque después comprendes por qué. -¿Las crisis como las actuales te hacen resignar proyectos? -No, para nada. No me achico; sino no hubiera sacado los cuatro discos no me permitiría seguir proyectando. -¿Pero como vivís todo lo que pasa? -Estoy preocupado por el comportamiento de algunos medios en estas circunstancias, gente que especula con la información, mucho notero de cuarta que manipula condicionando las respuestas. Me da que pensar la exacerbación del tema de la inseguridad, por ejemplo, porque es uno de los grandes argumentos de la extrema derecha en el mundo. ¿No habrá una "internacional" de la extrema derecha metida en esto de publicitar tanto la inseguridad? A mí no me extrañaría para nada, teniendo como pope del mundo a George Bush. -¿Por qué creés que se te califica como "el cantor nacional"? -No...(risas). Eso de que soy "el cantor nacional" es una exageración que simplemente responde a que canto también folclore y tango, aunque podría además cantar rock, como alguna vez lo hice, cuando era un adolescente; con eso completaría el periplo. Al folclore ya lo tengo incorporado y el tango me costó mucho... -¿Por qué? -El tango es la Argentina. No sólo por lo musical y poético o por la danza. Si lo analizás, no está errado. Fuera del país nos conocen por eso y el tango es desesperanzado, es protesta, es triste y tiene melancolía, como los argentinos. Y eso no nos debe dar vergüenza; es así. -¿Grabarías rock como lo hiciste como con el tango y el folclore? -¡Sí, cómo no!. Si cuando tenía 14 años cantaba "Sally la lunga" en el Morocco, de Río Cuarto, solo con una guitarra eléctrica. Toda una osadía cantando como si fuera Little Richard. Si lo hacía antes ¿por qué no podría hacerlo ahora? (risas). -¿A qué atribuís que en el folclore -que suele ser un género cerrado a gente que no "nació" en él- podes entrar y salir sin problemas? -No lo sé. La gente es la que sabe. En el último Cosquín viví sin exageraciones uno de los momentos más emocionantes de toda mi carrera. Te juro que fue algo que me llegó al alma que detrás del escenario, después que dieran el premio, un montón de artistas jóvenes del folclore que vienen remando desde hace mucho me vinieran a abrazar y a sacarse fotos conmigo cuando ellos son los que luchan y yo un intruso y un usurpador en eso.
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