Buenos Aires.- Un ladrón mató a un policía federal al empujarlo de un golpe en el pecho debajo de un tren después de haber simulado su entrega tras una persecución y tiroteo en las inmediaciones de la estación de Retiro, a la altura de la Facultad de Derecho. Fuentes de la comisaría 19ª informaron que se trata del oficial inspector Mario Alejandro Alvarez, de 32 años, quien falleció antenoche, poco antes de las 22, cuando ingresó al Hospital Fernández. En el enfrentamiento cayó herido de tres balazos, dos en las piernas y otro en la ingle, el delincuente que mató a Alvarez al empujarlo contra el tren. Ese asaltante quedó internado, fuera de peligro, con custodia policial, dijeron las fuentes. Alvarez sufrió politraumatismos y fracturas expuestas en todo su cuerpo después de que ese ladrón, de 24 años y con antecedentes penales por robos, lo empujó sobre una formación que llegaba a su parada final, en Retiro. Poco antes, el oficial y un cabo primero, ambos de la comisaría 19ª, se habían tiroteado con una banda cerca de la Facultad de Derecho pero la persecución continuó después en las vías del ferrocarril, por donde tres de los asaltantes fugaron hacia la villa 31, refirieron los voceros. Todo comenzó antenoche, a las 20.40, cuando una pareja alertó a un patrullero -en el que se desplazaban Alvarez y un cabo primero- de que había sido asaltada por cuatro hombres, que robaron dinero, relojes, cadenas de oro y mochilas. Los policías hicieron subir al móvil a la pareja y salieron en busca de la banda por la zona de Palermo, en las inmediaciones del edificio de canal 7 de televisión. Detrás de la Facultad de Derecho de la UBA, el grupo delictivo fue localizado. Los policías descendieron del patrullero y se dividieron para perseguir a dos de los ladrones, con quienes se tirotearon, después de traspasar un alambrado que limita los terrenos ferroviarios. En su corrida, uno de los asaltantes observó que Alvarez lo alcanzaba, entonces, fingió rendirse, tiró el arma y levantó los brazos en ademán de entregarse. Entonces, el inspector se acercó para arrestarlo pero el criminal aprovechó la llegada de un tren, golpeó en el pecho al policía y lo empujó hacia la formación. El cabo primero abortó su persecución y corrió para ayudar a Alvarez pero advirtió que el asesino escapaba y empezó a perseguirlo. Se produjo en ese momento un nuevo tiroteo en el que el ladrón cayó herido de tres tiros y fue detenido. Alvarez era padre de un nene de 6 años y de una nena de 8, y hacía 12 años que se había incorporado a la fuerza. (Télam)
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