Un hombre de 60 años fue baleado en un brazo por dos delincuentes que entraron a robar a un negocio de la zona sudoeste y le dispararon a quemarropa al resistirse al despojo. La víctima salvó de milagro su vida al desviar el proyectil, ya que según testigos el asaltante que lo atacó le apuntó al pecho. Los autores del ataque hasta ayer no habían sido identificados, pero se sospecha que serían de Villa Banana.
El atraco ocurrió el jueves a la noche en la carnicería de Felipe Moré 2730. El lugar cuenta con una nutrida historia de robos y hechos violentos en los últimos años. A tal punto que su dueño, Miguel Suliani, decidió hace dos años implementar medidas de seguridad que le cambiaron la cara a su negocio. Hoy, más que una carnicería, el local se parece a una casa de cambio, a un minibanco o a un pequeño búnker blindado.
Protegido
En su interior, la carnicería de Suliani tiene el aspecto de una gran pecera. El espacio que media entre el mostrador y el techo está cubierto por un grueso vidrio que separa a los clientes del vendedor y el único contacto físico es a través de una pequeña compuerta cuadrada de metal con vaivén, que sirve apenas para el intercambio de dinero por mercadería.
El carnicero contó que el jueves a la noche llegó al local un viejo cliente del barrio, Felipe Aguirre, para hacer la compra semanal de carne. En ese momento no había otras personas en el lugar. En eso llegaron dos muchachos muy jóvenes con un arma de fuego cada uno. Según la descripción de Suliani ambos esgrimían pistolones cargados con cartuchos de escopetas. "Todo ocurrió en cuestión de segundos", comentó el comerciante.
Aguirre estaba de frente a la caja, entregando el dinero por su compra a través de la ranura de metal. Uno de los delincuentes se quedó en la vereda, mientras que el restante fue sobre el cliente para tratar de robarle el dinero. Entonces en ese momento, el hombre dio una media vuelta y enseguida tuvo el arma apuntándole directamente al pecho.
El dueño del negocio recordó que el maleante disparó contra Aguirre sin la menor vacilación. Los perdigones no terminaron con la vida del cliente porque tuvo el reflejo de correrse a tiempo y pegar un manotazo al pistolón. Las municiones dieron en el brazo derecho del hombre a centímetros del pecho y de la cara.
Tras el disparo, los jóvenes asaltantes desaparecieron corriendo por Felipe Moré hacia el norte y hasta ayer a la tarde no habían sido detenidos. Aguirre, en tanto, fue atendido en el Hospital de Emergencias y dado de alta poco después porque la herida no revestía gravedad.
Golpe tras golpe
Cuando se le preguntan cuántos robos sufrió su negocio, Suliani sonríe y asegura que fueron tantos que ya perdió la cuenta en los ocho años que lleva trabajando en ese lugar.
Uno de los más violentos fue hace casi dos años, cuando dos ladrones llegaron, se apoderaron del dinero y después cubrieron su fuga a los tiros. Los balazos impactaron en la vidriera de la carnicería y la destruyeron. A partir de ese día, Suliani decidió reemplazar el cristal por un chapón que cubre tres cuartos del frente de su negocio. "Ahora es imposible que nos roben. Por eso asaltaron al cliente, porque nosotros estamos protegidos detrás del vidrio", dijo el carnicero.
Según el comerciante, ese cristal es capaz de amortiguar un escopetazo y en varias ocasiones hizo desistir en sus intentos a delincuentes que entraban armados al local y que, al observar semejante vidriera, optaban por retirarse sin cometer el robo.
La Ciudad
