El volante de San Lorenzo Leandro Romagnoli, quien se encuentra en pleno proceso de recuperación de una rotura de ligamentos cruzados de la rodilla izquierda, aseguró que se encuentra "de muy buen ánimo" y confiado en retornar a la actividad profesional "para fin de julio próximo".
"Con el doctor Miguel Crespo y con el kinesiólogo Jorge Macagno estoy trabajando muy bien, los plazos se están cumpliendo tal como estaba previsto y por eso confío poder estar en condiciones de jugar para fin de julio", confesó el Pipi.
"Cuando me lesioné (en un partido amistoso jugado en el sur del país el pasado verano) me puse a llorar dentro de la cancha, pero no tanto por el dolor como por lo que me imaginaba iba a tardar en volver a jugar", siguió el volante azulgrana.
El campeón mundial Sub 20 el año pasado se mostró muy agradecido "al cuerpo médico de San Lorenzo", y especialmente a su familia y compañeros de equipo, porque "estuvieron siempre" a su lado y lo contuvieron en los peores momentos.
"Justo en medio de la recuperación tuve que viajar a Suiza para incorporarme al Servette. Viajé y todo, pero después el pase quedó en veremos y ya no me quiero ilusionar. Si se da lo de un pase mejor, de lo contrario, en San Lorenzo me siendo muy a gusto", admitió.
Otra frustración para el hijo del ex delantero de Huracán y Deportivo Morón Atilio Romagnoli fue la también trunca incorporación al club Hamburgo de la primera división de Alemania.
"Con (Bernardo) Romeo viajamos a Alemania en noviembre de 2001 y después la transferencia fue solamente para Bernie. La verdad es que en los últimos meses las cosas no me salen bien", se lamentó.
Pero al instante, como todo joven (el 17 de marzo cumplió 21 años), Romagnoli volvió a esbozar una sonrisa, porque los sueños, que a esa edad brotan por doquier, lo pusieron otra vez dos meses adelante en el tiempo. "En julio vuelvo a jugar, seguro. Y espero que con eso también me venga la buena, porque ya es la hora". (Télam)
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