Pablo R. Procopio / La Capital
Rotundos. Así fueron los conceptos que el arzobispo de Rosario Eduardo Mirás expresó sobre la realidad nacional. "Si el Estado no es reformado, si la política no es reformada, no va", subrayó. El también vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina sostuvo que en estas circunstancias "quedamos al final del mundo". En el Día Internacional del Trabajador, consideró que actualmente "falta renovación de la dirigencia". En la parroquia San José Obrero, de La Florida, se mostró distendido durante una misa en la que se destacó la música y donde los chicos (del colegio del mismo nombre) pusieron una nota de color. Mirás participó ayer de la festividad del barrio que incluyó, como desde hace 40 años, una procesión por la zona. Los alumnos más chiquitos portaban pequeñas pancartas en forma de corazones en las que escribieron mensajes relacionados con el trabajo y, en especial, con la petición de que "no falte" en sus familias. Ya al comienzo de su homilía Mirás se refirió a "las grandes injusticias sociales que hoy padece la mayor parte de la población de nuestro país". En ese sentido, y más adelante, destacó que "el mundo del trabajo es una de las preocupaciones más urgentes de la Iglesia". Como desde hace un tiempo, volvió a cargar contra la falta de planes en un país que "no cuenta con una dirigencia válida, que ha perdido el sentido de la justicia social y que no privilegia en su horizonte la creación de los requeridos empleos". Quizás pensando en los conflictos sociales recientes, Mirás sostuvo que "la convivencia se irá haciendo cada vez más difícil". En esta sintonía, el obispo se preguntó: "¿Qué nos está ocurriendo?". Y así nombró una serie de items tan manidos como drásticos: desocupación masiva, inseguridad de permanencia en el trabajo, jornadas abusivas, sueldos de miseria y carencia de descanso. "Ese es el gran problema", respondió Mirás al ser consultado sobre el papel de las autoridades actuales. "Nos falta dirigencia, nos falta renovación en la dirigencia, sobre todo en la dirigencia política", subrayó. "Nadie quiere renunciar, nadie quiere dejar paso a los demás. Tampoco se pretende que se vaya todo el mundo, pero sí que revaliden su legitimidad. Esto es lo importante", amplió. Ya a la salida del templo, subrayó la necesidad de que "se hagan las reformas necesarias" para salir de la crisis. Hoy hay una partidocracia y, como todo está corrompido, no sirve para nada". Mirás siguió en esta tesitura y muy coloquialmente citó ejemplos: "Con parches y con arreglitos, no va. Hay que cambiar la rueda entera", dijo en torno a su aspiración de lograr una renovación total.
| Mirás bendijo herramientas de trabajo en la misa de ayer. (Foto: Gustavo de los Ríos) | | Ampliar Foto | | |
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