Cuatro policías de la Unidad Regional II, entre ellos un subcomisario, serán sometidos a juicio por acordar una especie de pacto de silencio para encubrir la golpiza que le proporcionaron otros cuatro colegas del Comando Radioeléctrico a un detenido al que trasladaron a la comisaría 10ª de Alberdi. Los agentes asentaron una historia falsa en el acta de procedimientos para justificar el castigo, se negaron a asentar el incidente en el libro de guardia e hicieron todo lo posible para que el hecho no se investigara. Sólo que todo ese cúmulo de irregularidades ocurrió ante la presencia casual de un juez penal que denunció el hecho e impidió así que todo quedara en el olvido. Por el mismo caso ya habían sido procesados los cuatro agentes del Comando que detuvieron y golpearon al preso, pero ahora esa medida alcanzó a tres efectivos de la seccional 10ª y a un superior del Comando que encubrieron o disfrazaron los hechos para favorecer a sus compañeros. El incidente ocurrió hace poco más de un año, el 20 de febrero de 2001, en la comisaría de Darragueira 1156. Ese día, dos patrullas del Comando interceptaron a Carlos Daniel Medina, de 18 años, cuando circulaba a bordo de una moto robada. Lo apresaron luego de que resistiera a golpes su arresto y lo trasladaron a la seccional 10ª. En una oficina contigua a la sala de atención al público, uno de los policías le propinó dos trompadas en el abdomen al detenido, que estaba esposado por la espalda. Pero la escena fue observada por el juez de Sentencia José María Casas -que estaba realizando un trámite personal en la seccional- quien se identificó como magistrado y llamó al juez de Instrucción en turno, Alfredo Ivaldi Artacho. Así se inició una causa penal que culminó en marzo de 2001 con el procesamiento del agente acusado de castigar al preso, Walter Amado. Junto a él también fueron enviados a juicio sus colegas del Comando, Federico Schrittels, Raúl Sorbello, y Gustavo Sosa; todos ellos por fraguar el acta de procedimientos que daba cuenta del arresto, donde disfrazaron el episodio como un intento de fuga de parte del preso. Ahora, tres agentes de la comisaría 10ª fueron procesados por encubrimiento, debido a la inacción que demostraron ante esas irregularidades y a que "no prestaron ningún tipo de colaboración para esclarecer el hecho" pese a que lo habían presenciado. Se trata del oficial subayudante Marcelo Ramírez, que se encontraba de guardia; el agente Leandro Giorgis, que integraba la brigada de calle; y el subcomisario Horacio Dimenza, que era el segundo jefe y estaba a cargo de la seccional. Según la resolución -que fue apelada- Ramírez incluso desobedeció una orden del juez Casas para asentar el incidente en el libro de guardia. Por último, el jefe de tercio del Comando al momento del hecho, el oficial auxiliar Héctor Vázquez, irá a juicio por el delito de falsedad ideológica de instrumento público por haber redactado el acta con datos falsos.
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