Año CXXXV
 Nº 49.404
Rosario,
jueves  28 de
febrero de 2002
Min 18º
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Un jubilado fue baleado en un intento de asalto
Recibió un disparo en la nalga cuando se negó a darles dinero. Fue el martes en barrio Azcuénaga

"Te voy a pegar un tiro, viejo". Eso fue lo último que escuchó Juan Serrato, un jubilado de 65 años asaltado por dos delincuentes en pleno barrio Azcuénaga. Después de esas palabras llegó un estampido y un fuerte ardor que le quemaba una nalga. Le habían disparado a quemarropa, a corta distancia, porque había enfrentado a dos ladrones. La bala afortunadamente no causó daños de importancia y ahora Juan tendrá que acostumbrarse a llevar en su cuerpo un pedazo de plomo, pero también está convencido de que "la sacó barata".
El episodio ocurrió a las 23.15 del martes en Felipe Moré y San Luis, zona oeste de la ciudad, un barrio de clase media cómoda y de calles arboladas y casas bajas. El atraco sucedió a unos cien metros de la casa de Serrato. La víctima regresaba a su hogar caminando cuando en la mencionada esquina aparecieron dos muchachos jóvenes a bordo de una bicicleta.
"Uno tenía puesta una camiseta de Rosario Central. El otro, que parecía más grande de edad y manejaba la bicicleta, tenía camisa azul y llevaba una gorra con visera grande", describió Juan en diálogo con La Capital.
Serrato recibió con amabilidad a los cronistas de este diario, y no es casual. El hombre trabajó durante 38 años en la sección expedición de La Capital y hace cinco que se retiró. Juan sabe y conoce del trabajo periodístico, pero prefiere no aparecer retratado en una foto "por seguridad", para evitar algún tipo de represalia.
La secuencia del episodio que casi lo puso al borde cuanto menos de una lesión irreversible continuó cuando el joven que vestía la camiseta auriazul se bajó del rodado y lo encaró. "Dame la plata", le dijo, mientra el cómplice esgrimía un arma de fuego. Entonces Juan reaccionó y le contestó que no le daría nada. "No te doy nada porque yo te conozco", volvió a retrucar. Juan no se amedrentó y avanzó hacia el asaltante para tomarlo de un brazo. Allí se produjo un forcejeo.
En el medio de los empujones el delincuente más joven se prendió del la camisa de Juan y le arrancó un bolsillo con 20 pesos. Ese movimiento hizo que el jubilado girara y le diera la espalda al hombre que aún estaba montado en la bicicleta. Fue en ese momento que Serrato recibió un balazo que le impactó en la nalga derecha. Los delincuentes huyeron por San Luis y la víctima fue socorrida por vecinos primero y luego por la policía y el Sies.
Serrato tuvo más que suerte. Al parecer el calibre de la bala era pequeño, tal vez un 22, y por eso quizás no sufrió una lesión importante. "La verdad es que la saqué barata", dijo.



Serrato mostró la prueba de la bala en su cuerpo.
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