Año CXXXV
 Nº 49.404
Rosario,
jueves  28 de
febrero de 2002
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Vence el plazo para pagar obligaciones provinciales vencidas
Unos 25 mil contribuyentes se acogieron a la moratoria
Podría haber una prórroga. Ya se difiere el pago de las liquidaciones. Colas interminables en la API

Unas 800 personas pasaron ayer por la Administración Provincial de Impuestos (API) para acogerse al pago de la moratoria, en su penúltimo día de atención al público. Pese a que hay muchas posibilidades de que hoy (último día) se establezca una nueva prórroga, la convocatoria a las oficinas de Tucumán 1853 superó las expectativas previstas. El administrador de la regional Rosario, Carlos Didesidero, pidió disculpas a los contribuyentes "por las molestias causadas" y atribuyó las demoras en la atención a "la lentitud del sistema" y las "complicaciones" del inmobiliario. Pese a todo, ya concurrieron 25 mil personas desde diciembre.
Los más de 30 grados de temperatura de ayer al mediodía parecían 50 en la planta baja de la API. El calor no obedecía solamente a un fenómeno meteorológico de fin de verano, sino a la bronca que vivió la gente, que sufrió largas colas para que le hicieran la liquidación y para abonar. No faltó quien propuso hacer un cacerolazo para que los empleados "se pongan las pilas", y los que se pelearon por un lugar en la fila, casi con la misma indignación de los que piden un amparo judicial por el corralito.
Didesidero aseguró que desde el 21 de diciembre, cuando arrancó la moratoria, atendieron un promedio de 500 personas por día, lo que ya suma unas 25 mil personas en total. "Lo problemático es que la liquidación del impuesto inmobiliario es engorrosa de por sí. Entonces en vez de demorar cinco minutos por contribuyente estamos tardando de 15 a 18", explicó el funcionario.
Otra de las complicaciones se originó con el congestionamiento informático, ya que al entrar tanta información a las centrales de la provincia, fue imposible darle operatividad. Encima, el 70 por ciento de los impuestos son inmobiliarios, o sea, los más complicados para liquidar.
Para tranquilidad de los que aún no fueron a la API, Didesidero dijo que "se atenderá a todo el mundo". Prueba de ello es que pese a que se extendió el horario habitual hasta las 18, anteayer se liquidaron boletas hasta las 22. Aunque la prórroga no está decretada aún, es muy posible que el gobierno provincial lo determine, ya que es poco probable que se pueda atender a todo el público que quiera acogerse a este régimen.

Liquidaciones con pago diferido
"Más allá de que la mayoría espera hasta el último día para venir, estamos dando soluciones para evitar el aglutinamiento, y lo hacemos emitiendo liquidaciones con pago diferido para que la gente venga a abonar la semana que viene", expresó Didesidero.
Puertas afuera del despacho del funcionario, el malhumor de los que querían pagar era cada vez mayor. "Tendrían que descentralizar el sistema y se evitarían estos amontonamientos", bramó Antonio, empleado administrativo que llevaba dos horas ausente de su oficina a la espera de su liquidación.
Celina, una contadora cargada de papeles, se quejó por "la mala información" que se suministra y rechazó el sistema informático de la API "por su lentitud y porque siempre se cae".
De la mitad del salón hacia el final se pudo apreciar una realidad un tanto peor. Es que allí se concentraron las ventanillas del impuesto inmobiliario, patentes e ingresos brutos, y la espera era tan larga que hubo que poner sillas, especialmente para las personas mayores. Una de ellas, quien acusaba 74 años, relató en pocas palabras su derrotero: "Llegué a media mañana y todavía me faltan cien números para mi turno. Lo peor es que dejé a mi marido enfermo solo en casa y acá voy a perder toda la tarde".



Las instalaciones de la API fueron ayer un caos.
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