Después de largas y complicadas negociaciones que finalmente obligaron a las dos partes a ceder algo de sus pretensiones iniciales, el gobierno y las provincias sellaron anoche el acuerdo de coparticipación federal de impuestos, que elimina los pisos para la distribución de los ingresos públicos, que a partir de ahora serán repartidos según un porcentaje establecido, incorpora a esa distribución el 30 por ciento del impuesto al cheque y obliga a los Estados provinciales a reducir su déficit en un 60 por ciento.
Tras varias reuniones, ayer, que se iniciaron en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y se prolongaron en el Ministerio de Economía, los gobiernos del interior llegaron a un acuerdo con la administración central, en un acto encabezado por el presidente Eduardo Duhalde, y del que participaron los ministros de Economía, Jorge Remes Lenicov, y del Interior, Rodolfo Gabrielli.
En el acto de firma, que se desarrolló en el Salón Padilla de la cartera económica, Duhalde ofreció un breve discurso en el que consideró que el haber llegado a este acuerdo "es el primer paso" para resolver la crisis del país.
"Este es el primer paso importante (para resolver la crisis) y realmente, no sólo en nombre del gobierno sino del pueblo argentino, quiero agradecerles a los señores gobernadores porque, reitero, la de ustedes ha sido una actitud patriótica", dijo el primer mandatario.
Por su parte, Remes Lenicov detalló que el acuerdo "vuelve al viejo régimen de coparticipación, que es distribuir los fondos mediante un porcentaje; se elimina el piso de coparticipación".
"Esto es muy importante porque pensamos que la recaudación va a tener un aumento en la medida que empiece a reactivarse la economía", pronosticó después.
La única provincia que expresó sus reparos a firmar fue San Juan, cuyo gobernador, Alfredo Avelín, "pidió un par de días" para "plantear el acuerdo en su territorio", según indicó el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov.
El jefe del Palacio de Hacienda se vio obligado a aclarar que los mandatarios de Salta y San Luis no firmaron el pacto por no estar presentes en Buenos Aires, pero lo harán hoy.
En concreto se acordó que la distribución de los recursos volverá a ser "a suerte y verdad", sin los pisos de garantía fijados sucesivamente desde agosto de 1992. No obstante, las provincias suman a la masa coparticipable el 30 por ciento de la recaudación del impuesto al cheque, que no se distribuía con los Estados del interior.
A su vez, el Estado nacional se comprometió a absorber las deudas provinciales que se pesificarán a la relación 1 dólar - 1,40 peso, las que serán refinanciadas a 16 años de plazo con tres de gracia para el capital y a una tasa de interés de 4 por ciento anual.
No obstante, las provincias deberán comenzar a pagar intereses en septiembre de este año, ya que los tres años de gracia comprenden sólo al capital. Como contrapartida, las provincias se comprometen a reducir su déficit en un 60 por ciento (en vez del 80 por ciento de la propuesta original) hasta llegar a cero en el 2003.
El gobierno nacional retendrá hasta un 20 por ciento del total de los fondos que le correspondería girar a las provincias (coparticipables más específicos) para hacer frente a estos compromisos.
Aplicarán el CER
A la deuda provincial que se convierta en títulos nacionales -se comenzará a pagar a partir de enero de 2003- le será aplicada el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) a partir de la fecha de pesificación.
Volviendo al impuesto al cheque, quedó establecido que será coparticipado en un 30 por ciento, lo cual resultó una de las mayores concesiones de la Nación que en principio aspiraba a distribuir sólo el 20 por ciento.
El acuerdo también compromete a la Nación a incorporar a las deudas provinciales dentro de la renegociación que iniciará la Argentina frente a los organismos multilaterales.
El nuevo pacto comenzará a regir a partir de mañana y tendrá vigencia por dos años, aunque tanto la Nación como las provincias se comprometieron a elaborar una nueva ley de coparticipación.Por tanto, por los meses de enero y febrero el gobierno central se comprometió a abonar la suma de 1.187 millones de pesos, que de acuerdo con los saldos a la fecha acumulan unos 380 millones.
Asimismo, la Nación pagará a las provincias la deuda por 3 puntos no coparticipados del IVA en 1995 (cuando se aumentó la alícuota del 18 al 21 por ciento) mediante certificados monetizados.
En otro de los puntos que había originado severas tensiones, el referido a la facultad de las provincias para emitir bonos, se acordó que esa facultad será limitada, pero no se eliminará como lo planteaba la propuesta inicial del gobierno nacional.
Para la firma del arreglo, Duhalde fue secundado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y los ministros de Economía, Jorge Remes Lenicov, y del Interior, Rodolfo Gabrielli.
Remes destacó la importancia de tener "reglas estables y transparentes entre la Nación y las provincias" y consideró que "el ordenamiento del sector público permitirá potenciar la actividad productiva y el empleo".
"Este acuerdo fue muy trabajado por todas las partes y consta de cuatro puntos. El primero tiene que ver con volver al viejo régimen de coparticipación en el sentido de que los fondos se distribuyen de acuerdo a un porcentaje sin pisos ni techos", explicó el titular del Palacio de Hacienda.
Entonces Remes aventuró que "la recaudación fiscal va a tener un aumento ni bien comience a reactivarse la economía" y por eso expresó confianza de que las provincias podrán recibir más fondos.
Además señaló que el gobierno nacional y las jurisdicciones provinciales "estamos estableciendo las bases para tener este año una nueva ley de coparticipación", la cual estimó que se podría sancionar "a fin de año".
Como tercer punto del acuerdo, indicó que "hay un compromiso de reducción del déficit, que a nivel nacional fue muy alto el año pasado" y señaló que "las provincias van a hacer un gran esfuerzo" para encarrilar sus cuentas.
Por último, explicó que el cuarto punto del convenio estableció un esquema de refinanciación para el total de la deuda provincial, que "va a alivianar las finanzas" locales, estimó el ministro.
"Hemos llegado a un muy buen acuerdo que va a beneficiar a toda la comunidad del país", concluyó Remes.
Primeras reacciones
A poco de la rúbrica del acuerdo por el manejo de la coparticipación, algunos gobernadores coincidieron anoche en señalar que el pacto "no es el mejor, pero es el que se pudo conseguir".
Así lo indicaron los gobernadores justicialistas, Carlos Rovira (Misiones), Gildo Insfrán (Formosa) y Néstor Kirchner (Santa Cruz), quienes fueron los únicos en hablar con la prensa tras dejar el Ministerio de Economía luego de una extensa jornada de negociaciones.
Rovira: "Creo que dimos un paso importante, es lo mejor que pudimos conseguir. Con la enorme imprevisibilidad que tiene la economía argentina seguro va a requerir ajuste permanentes. De todas maneras vamos a ver los resultados".
Insfrán: "No es mejor ni el peor acuerdo, es el posible. Ningún argentino puede hacerse el distraído. Con la suscripción de este acuerdo las provincias argentinas demostramos que cuando la Nación lo requiere decimos presente".
Kirchner: "Es difícil estar totalmente de acuerdo con los términos convenidos en el acuerdo. Estamos haciendo un esfuerzo que nos pedía la Nación. Este es un gesto y espero que lo aprovechen".