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El salario es sagrado

El salario de los trabajadores, jubilados y pensionados es sagrado. Nadie tiene derecho a retacearlo, postergarlo o disminuirlo. Así lo establece la Constitución Nacional. Los trabajadores no son responsables de la pésima administración del Estado, de la corrupción y los malos manejos políticos, económicos y sociales, en los niveles más elevados de la administración pública nacional. Tampoco son responsables de los reiterados ajustes y orientaciones de la economía argentina, impuesta por los organismos internacionales, como el FMI y el Banco Mundial, en su condición de representantes de los grupos financieros de la llamada globalización, los que acumularon ganancias que trasladaron a sus sedes centrales, provocando la destrucción del aparato productivo nacional y la privatización de los servicios públicos esenciales.
Manuel Silvestre Díaz