Eduardo Caniglia/ La Capital
La Justicia investiga la muerte de una mujer que apareció ahorcada en su casa de la zona noroeste de la ciudad. En un primer momento, los investigadores establecieron que estaban frente a un suicidio, pero la aparición de golpes en el rostro de la víctima llamaron la atención de los pesquisas por lo que el esposo de la mujer fallecida fue detenido en forma preventiva.
Fuentes policiales indicaron que cerca de las 3 de ayer Ramona Edith Farías, de 32 años, apareció ahorcada en la habitación de una casa de Juan B. Justo 8345. El cuerpo pendía "de un cable que estaba anudado a un tirante de madera". En esa vivienda Ramona vivía con su marido, Claudio Medina, de 26 años, y la hija de la mujer, Magalí, de 9 años.
Según contaron algunos vecinos, la historia de la pareja parecía estar signada por las desavenencias y la violencia. Ramona trabajaba como cocinera y él se ganaba la vida vendiendo verduras y frutas en un puesto ambulante. El matrimonio había llegado hacía menos de un mes a una casa interna de Juan B. Justo al 8300 y en ese lapso los ocupantes de una vivienda ubicada enfrente de los Medina fueron testigos de las golpizas que Medina le asestaba a la mujer. "Unas tres semanas atrás, él la tomó de los pelos y le golpeó la cara contra los vidrios", contó Silvia, una chica de unos 16 años. Por este hecho, Medina, según los vecinos, fue detenido, pero después recuperó la libertad.
Silvia contó que hasta la 1.30 de ayer festejaron el cumpleaños de su padre junto a algunos parientes. Después la familia se fue a dormir pero a las 3 el sollozo de un hombre despertó a la madre. La persona que estaba apoyada sobre la ventana de la habitación era Medina. "El tipo le dijo a mi papá que la mujer se había ahorcado y que llamara a una ambulancia", explicó.
Entonces la chica entró a la casa. En la habitación estaba el cuerpo de Farías tendido en el suelo. La mujer estaba vestida con "un short blanco y una musculosa" y a unos pocos metros había un "cable de antena de televisión". "Tenía el cuello morado", comentó Silvia.
En ese momento, Medina, según los testigos, sólo explicó que "cuando la encontró ya estaba muerta", pero la hija de Ramona les relató a los vecinos que antes del desenlace fatal el hombre la había golpeado con brutalidad. "La nena se había quedado con la madre en la cama para protegerla porque él la escupía y le había desfigurado la cara a puñetes", contó.
Pero Magalí también recordó los últimos momentos antes de que se desatara la tragedia. "La nena vio que la mamá se levantó de la cama y fue hacia el comedor con el marido. Como la chica quiso seguirlos, Medina le dijo que se durmiera".
Pero pocos minutos después, un sonido que semejaba el ladrido de un perro sobresaltó a la nena. Entonces Magalí fue hacia la habitación y allí vio a Medina cómo sostenía a la mujer en sus brazos mientras no paraba de llorar.
La escena que describió la menor despertó las sospechas de los vecinos, que se preguntaron cómo el hombre logró "bajar con tanta rapidez" a la mujer del tirante del que pendía el cuerpo.
Poco después de la aparición del cadáver llegaron a la casa efectivos de la subcomisaría 21ª y detuvieron a Medina en medio de los gritos hostiles de los parientes de la mujer fallecida. "La hermana (de Farías) le gritaba asesino y el hermano quería pegarle", recordó.
En tanto, los agentes presumieron que estaban frente a un suicidio, pero la aparición de marcas visibles en el rostro de la mujer despertaron las sospechas de los pesquisas. "Tenía golpes que al parecer le propinó el marido", dijo un vocero consultado. La fuente agregó que la hija de la mujer habría sostenido esta versión.
Ante las sospechas de que podría tratarse de un homicidio Medina fue detenido preventivamente por disposición de la jueza de instrucción Raquel Cosgaya. Las actuaciones pasaron por razones de jurisdicción a la comisaría 17ª y ayer los investigadores aguardaban el resultado de la autopsia para establecer fehacientemente cómo murió la mujer.
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