París. - Otro candidato alguna vez ha dicho que sólo difieren en el nombre, sin embargo, al anunciar que ambos están en carrera para ocupar la primera magistratura de Francia, tanto Jaques Chirac como Lionel Jospin se empeñaron en mostrar que en realidad son muy diferentes. Haciendo gala de su renombre de primer ministro austero y de riguroso profesionalismo, Jospin simplemente envió el miércoles un fax de dos páginas dirigiéndose a la población francesa con la siguiente declaración: "Desde ahora soy candidato a presidente de la República".
Por su parte, Chirac -quien entre 1989 y 1995 se asesoró intensivamente sobre cómo mejorar su imagen pública con el gurú mediático del Partido Republicano estadounidense Roger Ailes-, había hecho su anuncio nueve días antes frente a una gran audiencia de simpatizantes y periodistas en la pintoresca ciudad de Aviñón. Los gestos de ambos hombres fueron significativos, sobre todo teniendo en cuenta que la campaña para ocupar la primera magistratura del país promete generar más conmoción alrededor de las imágenes que proyectan ambos candidatos que sobre las ideas que proponen.
Mellizos idénticos
El ex ministro del Interior Jean-Pierre Chévenement fue bastante preciso al describir al derechista Chirac y a su retador socialista, Jospin, como los mellizos casi idénticos de la obra de Lewis Carroll "A través del espejo". Juntos gobernaron Francia durante cinco años, la más larga experiencia de lo que los franceses denominan "cohabitación", en referencia a que el primer ministro y el presidente provienen de partidos políticos diferentes.
Como resultado de esta "cohabitación", en la mente de muchos votantes ambos políticos son las caras de un mismo gobierno, en el que compartieron responsabilidades por los éxitos y los fracasos y en gran medida fueron responsables por las políticas de Estado de los últimos cinco años. Esta es la razón, muy bien entendida por Jospin, por la cual es imperativo crear una imagen clara y distinguida.
En este sentido, el fax fue un gesto político significativo y una apuesta calculada a que el votante francés preferirá el estilo severo y serio del primer ministro al populismo y la extravagancia de Chirac. Sin embargo, los asesores políticos de Jospin saben que la última vez que ambos se enfrentaron -en las elecciones presidenciales de 1995- la severidad de Jospin, de 64 años, resultó ser un arma de doble filo, alejando a muchos votantes que lo veían demasiado pedante, un intelectual alejado de los problemas de la gente común.
Esta imagen se contrastó marcadamente con la de Chirac, de 69 años, quien ganó las elecciones en gran medida gracias a su capacidad de transmitir al electorado la impresión de que es una persona informal y apasionada, un tipo normal, a pesar de que él y su mujer poseen un castillo en el sur de Francia.
Como resultado, en esta campaña, el profesional Jospin pretende proyectar una imagen más humana. Palabras como "pasión", "deseo" y "alegría" -hace tiempo parte del vocabulario de Chirac- ya han comenzado a cobrar fuerza en sus últimas declaraciones públicas. Cualesquiera sean los prejuicios que existan con relación a la rigidez de Jospin, los votantes franceses no tienen dudas sobre su honestidad.
Sobre Chirac, quien abiertamente es caricaturizado sentado sobre maletas abarrotadas de contribuciones partidarias ilegales, no se puede decir lo mismo. Chirac está directa o indirectamente implicado en al menos cuatro pesquisas judiciales sobre corrupción y se ha escudado en la inmunidad constitucional que le brinda la presidencia para evitar ser investigado. Esto deja a Chirac expuesto a numerosas dudas sobre su sinceridad respecto del tema que ha elegido como eje de su campaña electoral: la ley y el orden.
Durante su primer gran discurso de campaña, hizo un llamamiento a "impunidad cero" de todas las violaciones de la ley, fuertes críticas arreciaron rápidamente. "Cuando escucho estos discursos sobre el tema de «impunidad cero» me parece muy bien", declaró el virtual jefe de campaña de Jospin, el ministro de Agricultura, Jean Glavany, agregando que "siempre con la condición de que también exista cero inmunidad". Asimismo, el periódico de izquierda Liberation publicó el título "Impunidad cero, excepto para mí". (DPA)