-¿Cuánto varió el precio de los automóviles a raíz de la devaluación? -Los valores aumentaron en el orden del 30 al 40 por ciento. Esto es debido al tema del dólar que aumentó. Nosotros somos concesionarios de varias marcas y notamos cómo las distintas empresas utilizan diferentes cotizaciones. Por ejemplo, BMW trabaja con la moneda extranjera a 1,60 y Hyundai colocó sus precios a 1,28 para poder competir mejor. Respecto de los autos fabricados en el país, también se notaron incrementos, aunque la marca Peugeot mandó una nueva lista de precios con montos un poco más bajos. -¿Cree que con las nuevas medidas de flexibilización del corralito para comprar bienes registrables habrá reactivación en su rubro? -Calculo que sí. Me parece que se va a empezar a vender. La gente realmente no quiere tener más la plata en el banco y prefiere comprar autos. Por ejemplo, se están vendiendo usados. Tenemos un stock grande y a la hora de las consultas se nota que el público quiere hacer cualquier cosa con tal de sacar la plata del banco. -¿Cómo se movieron las ventas en los últimos meses? -En los últimos meses estuvieron muy flojas para los vehículos cero kilómetro. Las transacciones bajaron entre un 40 y un 50 por ciento. En cuanto a los usados, los de más bajo precio y de valores intermedios se están vendiendo. Pero no ocurre lo mismo con los más onerosos que se venden menos. Las formas de pago varían entre el contado efectivo y el cheque cancelatorio, aunque, en rigor de verdad son pocas las operaciones cash. Si realmente se libera un poco el corralito se podrá trabajar, si no será un año muy difícil. Creo que las medidas implementadas repercuten muchísimo en los autos de alta gama. -¿Cuál es la situación que atraviesan las concesionarias? -En Rosario son pocas las que andan bien. En nuestro caso, al tener seis marcas de autos importados y una nacional nos vamos defendiendo, pero el momento es muy difícil. -¿Han previsto alguna estrategia comercial especial para esta coyuntura? -Una vez que se acomode todo, algo va a haber. Por ejemplo, con la marca Honda vamos a trabajar con un dólar a 1,50, es decir que en pesos el auto va a valer mucho menos. La verdad es que la mejor estrategia sería que el ministro de Economía deje libre el corralito, pero me parece que es algo imposible. Pablo Procopio
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