El presidente Eduardo Duhalde acusó ayer a "algunos pícaros" que "especulan con una eventual vacío de poder" al plantear elecciones anticipadas, al tiempo que reiteró que "en 60 días la gente va a ver cómo comienza a reactivarse" la economía. "Abandonar el barco es de ratas, no de dirigentes", aseguró Duhalde acerca de su continuidad en el Ejecutivo. Desde Tucumán, donde se encuentra desde el viernes, Duhalde diferenció a quienes "desde hace tiempo" han pedido la celebración anticipada de comicios presidenciales, como los gobernadores de Córdoba (José Manuel de la Sota) y Santa Cruz (Néstor Kirchner) de "algunos pícaros que sólo especulan con un eventual vacío de poder". El presidente volvió a reiterar ayer que "en 60 días vamos a tener panorama totalmente distinto" de la situación económica. Consultado sobre algunas críticas en el sentido de que su viaje a Tucumán es un intento del gobierno para mostrarse más preocupado por los desocupados que por quienes cacerolean en la Capital Federal, Duhalde respondió: "Hay pavadas que se dicen todo el día". "Yo hago esto porque estoy en diálogo social con la Iglesia y ellos también han detectado lo mismo", añadió, en relación a las carencias en el interior del país. En tanto, acerca de los cacerolazos en Buenos Aires, Duhalde señaló que "a mí el tema de Capital Federal me preocupa porque es el lugar de la República Argentina donde hay más capacidad de ahorro". "Tenemos que buscar todos los modos y formas para ir liberando lo mas rápidamente posible los depósitos de la gente porque también esos son derechos humanos", enfatizó. Duhalde y su esposa, Hilda Chiche González, acompañados por el gobernador Julio Miranda, se trasladaron luego a la localidad de Chorrillos, en el norte de la provincia, cerca de la frontera con Salta, "para pasar una jornada de descanso".
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