A Córdoba le explotó el arsenal y terminó incendiado, después de andar a paso seguro durante 56 minutos. Pero un golazo que llegó a Sarandí sin anunciarse, convertido por Carlos Ruiz, cambió todos los términos de la ecuación de equilibrio que venían ofreciendo el local y el charrúa. En uno de los muchos centros que tiró Arsenal, el balón fue rechazado al ángulo izquierdo del área de Cancelarich, y allí la tomó de aire el marcador central local y la clavó en el ángulo del segundo palo. Fue el gol soñado del pibe que se abrazó con todos y cada uno de sus compañeros. Desde ahí Arsenal, en media hora, construyó un triunfo sólido que terminó por cuantificarlo en goleada. Central Córdoba sufrió el revés y no pudo rescatar reservas futbolísticas ni anímicas para detener la onda expansiva que provocó ese bombazo que abrió el partido y lo convirtió en un calvario para la gente de Tablada.
Con el 0-1 Córdoba buscó proyectar más gente en ataque, pero ni el Tele Medina ni Matías Pavoni estuvieron en una tarde para sonreir. Entonces, con los visitantes lanzados, los locales por fin empezaron a encontrar de contragolpe los espacios para maniobrar por abajo y lastimar hasta liquidarlo.
Caruso, a los 73', entró gambeteando al área y fusiló a Cancelarich, quien alcanzó a tapar, pero en el rebote Pignatta se atropelló con la pelota que fue a parar a la red. Dos a cero, partido liquidado. Pero habría más.
Justo es reconocer que en el partido de los equilibrios del primer tiempo y del inicio del segundo, pasaron otras cosas. En los primeros diez el empate técnico era tan cerrado que los arqueros no tocaron ninguna pelota.
No había partido, ni dominador claro, ni circuitos atractivos. Pero Arsenal arrinconó a Córdoba a pelotazos, una tentación ante la impotencia de jugar. Igual provocó sofocones que Cancelarich atajó.
El charrúa funcionaba con eficiencia en la contención y era prolijo en la salida. Raymonda se convirtió en la manija. Tuvo despliegue, insinuó bastante pero concretó muy poco. Y en la mejor, a los 37', Gerlo frente al arquero la desaprovechó y Córdoba perdió el gol que hubiera cambiado la historia para hacerla llegar a otro destino, ¿incluso hasta el triunfo?
El segundo tiempo mantuvo la tensión del equilibrio hasta que se empezó a percibir que el empate se rompía. Y fue aquel zapatazo el que volcó el triunfo para Arsenal.
Ya en el final, con Córdoba ametrallado y sin reacción, el ingresado Patricio González gambeteó en el borde del área, como en el potrero y la clavó contra un palo. Tres a cero, goleada. Y el charrúa, de vuelta a casa y a olvidarse lo más pronto posible.
Síntesis
Arsenal 3: Limia 6; D. Espínola 5, Ruiz 6, Molina 5 y Segovia 5; Aguilar 5 (52' Caruso) 7, Esmerado 6, Dorrego 5 (83' Quinteros) - y Palavecino 6; D. Villalba 5 (60' González) 6 y F. Villalba 5. DT: J. Burruchaga.
C. Córdoba 0: Cancelarich 6; Oliva 5, Melli 6, Gerlo 6 y Yocco 5 (65' Sosa) -; Valiente 5, Santos 5, Cárdenas 4 (42' Pignatta) 5 y Raymonda 6; Pavoni 4 y Medina 4 (81' D. Flores Coronel) -. DT: R. Palma.
Cancha: Arsenal.
Arbitro: Raúl Bertinotti 5.
Goles: 56' Ruiz (A), 73' Pignatta (CC) en contra y 89' González (A).
Amonestados: Ruiz y Palavecino (A); Cancelarich y Yocco (CC).