Fernando Gabrich / La Capital
La llegada fue la síntesis perfecta de una carrera que no tuvo espacio para la modorra. El sprint final no fue más que el reflejo de una competencia que si bien perdió distancia, ganó emotividad. Faltaba poco y nadie podía asegurar quién iba a ser el ganador. La diferencia entre los nadadores era casi inexistente y el triunfo estaba determinado por una cuestión de segundos. Pero el alemán Cristof Wandratsch no aminoró. Al contrario, sus brazadas desafiaron aún más el inquieto Paraná y así se quedó con el 8º Maratón acuático internacional Ciudad de Rosario. Entre las damas, la ganadora fue una vieja conocida de la ciudad: la holandesa campeona mundial, Edit van Dijk. Esta vez, el maratón que pone en marcha el Circuito Mundial de Natación en aguas abiertas fue más corto. De los 63 kilómetros habituales se pasó a 20. Pero el recorte de distancia fue vital para que la competencia fuera emocionante de principio a fin. Porque los nadadores dejaron de lado la especulación y desde la largada en Puerto General San Martín salieron a quemar las naves. En este contexto de paridad absoluta, el arroyense Agustín Fiorilli se dio el gusto de agarrar la punta y mantenerla durante varios tramos de la carrera. Pero el Rana no pudo aguantar el ritmo ni el bravo oleaje del Paraná y tuvo que cederle el terreno al alemán Wandratsch. "Me cansé un poco y tuve que aflojar, pero igual estoy conforme con lo que hice", manifestó el ex nadador olímpico que terminó en el octavo lugar. Así, en una extensión de 10 metros, un grupo de 15 nadadores pugnaba por el liderazgo y se intercambiaban posiciones en el trayecto. Metidos en esa lucha también estaban los argentinos Gabriel Chaillou y Facundo Quiroga que no quería ceder terreno. Pero Wandratsch demostró que su espalda tenía aguante y, un kilómetro antes del Puente Rosario-Victoria, se adelantó unos segundos. Ahí, la emoción creció, porque el francés Stephane Gómez y el cubano Andrés Pérez no estaban dispuestos a dejarlo escapar. Y se lanzaron a la búsqueda del objetivo. Pero no pudieron cumplirlo. El alemán no aflojó y mantuvo el metro de distancia hasta el final en la nutrida Rambla Catalunya. En el duelo de nadadores argentinos, Gabriel Chaillou tuvo un sprint más resistente y por siete segundos le arrebató el cuarto puesto a Facundo Quiroga. En las damas, la holandesa Edith van Dijk demostró que Rosario le sienta bien y repitió la historia del 2001 al quedarse con la primera colocación. Detrás llegaron las alemanas Britta Kamrau y Angela Maurer. A su vez, las argentinas Pilar Geijo y Celeste Puñet se quedaron con un más que meritorio 4º y 5ª lugar. Esta vez el maratón internacional fue más corto, pero la emoción llegó al por mayor. Los espectadores, agradecidos por el espectáculo.
| |