El proceso de este nuevo Central que dispuso Daniel Teglia sobre la base del modelo anterior que él mismo condujo en la última parte del Apertura, volverá a ponerse a prueba. Esta vez Talleres será el examinador, en las amplias dimensiones del estadio Olímpico. Este equipo que parece querer cargarse el mote de "sacapuntos" buscará seguramente ser utilitario. Los tres puntos vendrían bárbaro, pero uno no estará mal.
Teglia fue modificando sus ideas de acuerdo a la necesidad y las circunstancias. El técnico se separó decididamente de la propuesta que intentó plasmar en los últimos seis partidos del torneo anterior, donde quería hacer del fútbol agradable a la vista la base para los resultados tan necesarios para sostener cualquier proceso.
A poco de andar (o no tanto, en realidad) se dio cuenta de que no había correspondencia entre las intenciones y los hechos. Lo empezó a vislumbrar en la pretemporada y lo terminó de confirmar cuando ya supo con qué plantel iba a contar para este Clausura. Y se decidió por no arriesgar en este época en que sumar puntos significa resguardar la categoría a futuro.
Por eso especuló en Lanús y arriesgó apenas más ante Argentinos Juniors. El triunfo, y la buena actuación del pibe Figueroa, lo empujaron a decidir que no iba a realizar modificaciones para hoy, pese a jugar de visitante ante un rival que viene mostrando cosas interesantes, más allá de perder en la última fecha ante los bichitos de La Paternal.
A Central lo puede favorecer el hecho de no haber jugado entresemana (el partido ante Racing aún no tiene fecha). Tuvo toda la semana para descansar, a diferencia de Talleres que jugó el miércoles, y eso en el segundo tiempo puede pesar.
Talleres pone todo
Además, hay que considerar que el conjunto cordobés no tiene un plantel numeroso y está afrontando simultáneamente el torneo local y la Copa Libertadores de América, y eso indudablemente desgasta, más teniendo en cuenta que el miércoles próximo volverá a jugar por el certamente sudamericano ante Corporación Deportiva Tuluá de Colombia. A esto hay que agregarle que el técnico Mario Ballarino no planea guardarse nada y pondrá sobre el césped del estadio mundialista a lo mejor que tiene para no descuidar los dos frentes.
De cara a la temporada próxima, los auriazules deben cosechar ahora que la angustia aprieta pero no ahorca. Eso pareció entender bien Teglia pese a que vaya contra sus más caros principios. Hasta el momento, con dos partidos en el lomo, parece darle resultado. Justamente lo que tanto necesita Central, para desde allí apuntar a crecer y soñar con objetivos más trascendentes que el de la tabla de promedios.