Preso en Coronda con HIV pide atención médica

El Servicio Penitenciario descartó el reclamo. Falleció otro recluso con la misma enfermedad

Un preso de la cárcel de Coronda que padece HIV denunció ayer que no recibe ninguna atención médica, tras finalizar una huelga de hambre en ese penal. En tanto, en la ciudad de Santa Fe falleció otro recluso con la misma enfermedad y cuyos familiares habían solicitado infructuosamente durante el último mes su traslado a Rosario.
En una carta dirigida a este diario, el preso Daniel Broin señaló que "el día 14 de enero me puse en huelga de hambre solicitando mi traslado hasta el día 20 de febrero cuando me encontraba muy mal de salud en el pabellón disciplinario, sin asistencia médica". El recluso dijo ser portador de HIV desde 1993.
Broin agregó "que de tanta insistencia e impotencia me tuve que autolesionar, cortándome las venas para recibir asistencia médica y no la adecuada, ya que fui tratado como un animal". El preso considera que su situación "es totalmente un abandono de persona".
Al respecto, voceros del Servicio Penitenciario indicaron que, en lo que va del año, Broin "recibió atención médica por parte de profesionales en seis consultas" y dijeron que el preso fue internado ayer en el Hospital Cullen con un absceso "que no reviste gravedad".
Por otra parte, el Servicio Penitenciario provincial informó que anteayer a las 16.30 falleció en el Hospital Cullen, de la capital provincial, el interno Claudio María Rojas, de 32 años y oriundo de Rosario.
Rojas estaba encerrado en la cárcel de Coronda y era portador de HIV, además de padecer tuberculosis y toxoplasmosis. El 8 de febrero fue internado en el Cullen, mientras sus familiares hizo gestiones -que al parecer no recibieron ninguna respuesta- para obtener su traslado a Rosario. Según voceros del Servicio Penitenciario, el preso iba a ser llevado hoy a la sala penitenciaria del Policlínico Eva Perón.
Lilian Echegoy, de la Coordinadora de Trabajo Carcelario, dijo que "son trámites burocráticos que a veces se resuelven telefónicamente pero en este caso no hubo respuesta del Servicio Penitenciario".
La vocero del organismo aclaró que "la atención en el Cullen es buena", pero "lo que no conseguimos que se entienda es la importancia de que un preso en estado terminal pueda estar acompañado por su familia". En esa situación, "el enfermo suele estar deprimido y necesita una serie de cuidados que solamente sus familiares pueden darle".