El gobierno nacional ofreció a los gobernadores coparticipar el 20 por ciento del impuesto al cheque y estaría dispuesto a revisar el porcentaje para arribar a un nuevo pacto fiscal, pero no aceptará pesificar 1 a 1 las deudas que las provincias tienen en dólares con la banca privada.
Los funcionarios del Ejecutivo nacional volverán a juntarse el lunes o martes con los mandatarios provinciales, con quienes aspiran a sellar el esperado acuerdo por coparticipación que exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) para autorizar nueva ayuda financiera.
En el acuerdo se prevé incluir un punto específico tendiente a bajar el déficit fiscal de las provincias, como pide el FMI, donde se establecerá que los distritos no podrán aumentar su gasto primario ni tomar nuevos créditos, según reveló un integrante del gabinete nacional.
No figuraría, en cambio, una transferencia de las facultades de recaudación a las provincias, como reclaman algunos mandatarios.
Los dos puntos centrales de discusión son: el porcentaje de coparticipación del impuesto al cheque, que la Nación ubicó en el 20 por ciento, y la pesificación 1 a 1 de las deudas, que exigen especialmente las provincias con mayor endeudamiento y sobre todo las gobernadas por el radicalismo.
"El porcentaje del cheque se puede discutir en parte, pero no vamos a ceder en la pesificación de las deudas porque los gobernadores tienen que compartir con la Nación el costo del financiamiento a los ahorristas", a los que se pesificó sus depósitos en dólares a 1,40 peso, dijo un alto funcionario gubernamental.
Los gobernadores piden un mayor porcentaje en el reparto del impuesto al cheque, pero en el gobierno sostienen que con el 20 por ciento ofrecido se alcanzaría una masa coparticipable total de 14.200 millones de pesos anuales, lo que equivaldría al actual piso acordado con las provincias.
Este monto llevaría a ubicar al reparto primario de fondos en torno del 41,5 por ciento para las provincias, superior al 38 por ciento ofrecido inicialmente por la Nación, aunque por debajo del 44 por ciento que piden varios gobernadores.
Eliminado el piso garantizado en el último pacto fiscal (1.364 millones de pesos, menos el recorte del 13 por ciento dispuesto por el gobierno anterior), la Nación y las provincias distribuirían a "suerte y verdad" lo recaudado en materia impositiva.
El tema fue discutido largamente, hasta cerca de las 2.30 de ayer, en la residencia de Olivos, donde al encuentro que mantuvo el presidente Eduardo Duhalde con casi todos los gobernadores del PJ y se sumaron más tarde algunos radicales.
En ese largo encuentro, que continuó durante toda la jornada de ayer en contactos telefónicos, quedó en el camino el documento de nuevos puntos presentado por los justicialistas como contrapropuesta.
El gobierno aspira a firmar a principios de semana el nuevo acuerdo fiscal con las provincias, que podría ser un nuevo agregado al último compromiso firmado con los gobernadores, y que serviría como base para la futura ley de coparticipación.
Esta sería una primera etapa de la discusión en el reparto fiscal con gobernadores, esto es, definir los porcentajes que se distribuirían entre Nación y las 24 provincias, mientras que luego deberá abrirse el debate sobre los montos que recibe cada uno de los distritos (coparticipación secundaria).
Confianza presidencial
En tanto, Duhalde expresó su confianza en que el Ejecutivo finalmente podrá cerrar el acuerdo con los gobernadores. "En definitiva va a triunfar el buen criterio", expresó.
También utilizó un tono conciliador al admitir que los provincianos "están pasando por una situación difícil, tienen serios problemas para el pago de salarios y sus economías no se han recuperado".
Por su parte, el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, evaluó que las posibilidades de que se alcance un acuerdo, "de uno a diez, se ha llegado a seis o siete" puntos.
Las provincias endeudadas habrían alcanzado algún tipo acuerdo y las no endeudadas queremos que nos reconozcan algún tema de los pactos fiscales firmados. Si no, nos perjudicamos", apuntó.
Fuentes allegadas al Ministerio del Interior entienden que se está "más cerca de un acuerdo, sólo resta afinar un poco más los números".