El senador radical Raúl Alfonsín manifestó ayer la necesidad de apoyar al gobierno porque "si se cae, también se cae la democracia en el país", en un encendido discurso en el que reivindicó el papel de la política en el orden institucional del país.
La consideración de un proyecto de declaración para apoyar el diálogo social desató en el Senado un debate sobre la crisis de representatividad política, durante el cual Alfonsín dijo temer "que se rompan las instituciones de la Nación" si no se canalizan democráticamente las demandas sociales.
El temor de Alfonsín por el estado actual de la democracia originó varias réplicas, entre ellas la de la santacruceña Cristina Fernández de Kirchner (PJ), que insistió en la necesidad de llamar a elecciones anticipadas.
Alfonsín confesó que tiene "miedo por el desorden, el caos, la anarquía y ya hay versiones que hablan de que se están analizando estrategias para casos de caos", y exhortó a que "todos tengamos cuidado cuando hablamos, no decir nada que pueda producir ese caos y la destrucción, porque lo que viene es peor".
El senador, quien hace pocos días sufrió una agresión de manifestantes en la puerta del edificio donde vive en la Capital Federal, manifestó su preocupación por los desbordes en los mensajes y en las manifestaciones sociales.
Alfonsín reconoció que "la gente sufre por una política económica" a la que él dice oponerse "tenazmente" y se mostró comprensivo con los que piden que les devuelvan sus depósitos bancarios, aunque reconoció que no los iguala "con los que no tienen qué comer".
Tampoco dudó en señalar que está "en contra de los abusos" y entonces destacó que "la ley tiene que actuar, aquí no puede tolerarse la sedición, aquí no se puede tolerar que se diga «el presupuesto que el pueblo quiere». Por supuesto que se puede opinar por el presupuesto, pero hay que ver la ley y la situación como está el país".
La primera en salir al cruce fue la senadora del Frepaso Vilma Ibarra, quien defendió el derecho de expresión y de manifestación pública de la gente y le dijo al líder radical que "no tiene que enojarse con la gente", con lo que disparó una posterior respuesta del senador.
Tampoco se demoró la réplica de Fernández de Kirchner, quien sostuvo que "la crisis se va a profundizar porque la puja distributiva después de la devaluación va a ser mayor", para aludir a Alfonsín al afirmar que "es peligroso decir nosotros o el caos".
Señaló que "Alfonsín tiene que entender que de muchos lados del país este no se ve como un gobierno representativo de todo el país, sino como un acuerdo de dirigentes de la provincia de Buenos Aires".
"Creemos que la salida está esencialmente en convocar a elecciones anticipadas", insistió, y manifestó que le llama la atención que "quienes han defendido la convicción democrática ahora digan que no hay que llamar a elecciones".
A su turno, Jorge Busti (PJ) expuso su preocupación cuando ve que "los intereses personales se ponen por sobre las necesidades del conjunto", y dijo: "No creo que el gobierno de Duhalde sea un gobierno timorato y en retirada", para añadir que "es la garantía absoluta en este país de poder mantener las instituciones democráticas".
En el medio, el jefe del bloque radical, Carlos Maestro, hizo una severa réplica al justicialista Jorge Mayans, quien criticó al gobierno de la Alianza "como si hasta el 99 hubiera habido un país ideal".
Eduardo Menem (PJ) destacó a su turno que la crisis de representatividad política es internacional y no sólo "un problema argentino" y criticó a los políticos que "han hecho política desde la destrucción del adversario". Especialmente se refirió a los dirigentes "que han sido incapaces de ocupar un cargo y a veces terminaron huyendo", aunque no hizo nombres.
| |
La Ciudad
