 |  | cartas La subversión de Porto Alegre
 | Como protagonista activa del Foro Social Mundial que congregó más de 50.000 personas de 300 países, quiero hacer unas aclaraciones respecto del artículo publicado el 3 de febrero con la firma de Pablo Díaz de Brito. En primer lugar quiero aclarar que Bernard Cassen no es el director del periódico Le Monde Diplomatique, sino su vicedirector. En todo caso Cassen es el presidente de la organización internacional (ATTAC) que impulsa la implementación de la tasa Tobin, una suerte de impuesto a los capitales financieros especulativos con cuya recaudación se solucionaría el hambre en el mundo, entre otros flagelos que aquejan a la humanidad. Si esto no es una propuesta concreta con respecto a la distribución de la riqueza, sugiero consultar algún especialista. Con respecto a la idea expresada en la nota de que "20 años de globalización representaron la chance de empezar a salir de la Edad Media", me gustaría que el autor de la misma saliera a patear un poco la calle y vea en qué nos ha beneficiado como país la globalización. El precio que pagamos para salir de la Edad Media, creo, ha sido y sigue siendo demasiado alto. La delegación argentina estuvo compuesta por 926 participantes. En un porcentaje importante de los que estuvimos formamos parte del Frente Nacional contra la Pobreza y fuimos los que con nuestro esfuerzo personal y hasta económico hicimos la consulta popular del 14 al 17 de diciembre del año pasado para lograr la implementación del seguro de empleo y formación para jefes y jefas de hogar desocupados, la asignación universal por hijo menor de 18 años y un haber mínimo para los abuelos que no tengan cobertura previsional. El proyecto contempla la única propuesta concreta no violenta que se ha presentado en nuestro país con respecto a la distribución de la riqueza. Somos militantes del día a día; somos los que trabajamos en los barrios poniendo la cara frente a los pobres mientras los funcionarios no aparecen; somos los que no cobramos un mango, y finalmente, no adolecemos de "intolerancia y estúpida miopía" como se nos menciona en la nota. Cristina Beatriz Martínez
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