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Respuesta a un diputado

Ingenuamente comencé a leer la columna publicada el pasado domingo firmada por el diputado Juan Carlos Millet, pensando que finalmente uno de nuestros representantes emitiría un sincero y honesto mea culpa. Al leer los primeros párrafos me di cuenta de mi error. El señor diputado pretendía echarle la culpa a los que gobernaron antes, al partido de la oposición y al pueblo por haberles dado el apoyo a los que consideraron más idóneos y que, finalmente, los defraudaron. Entiende, este diputado, que el pueblo está actuando de manera irreflexiva y carente de sentido crítico al culpar a la clase política de la crisis. Hace años este pueblo escucha promesas y compra con su voto el puñado de sueños irrealizables de reactivación que nos venden en sus discursos de campaña. Afirma el diputado que este pueblo "carece de la humildad para asumir que la realidad es como es y no como nos gustaría que fuera". El pueblo entendió que la única manera de salir de la crisis es todos juntos, pero los políticos creen que están exentos de este sacrificio común ya que todavía no formularon una concreta propuesta de recorte de sus gastos. Coincido en que hace falta un cambio de conciencia, esto es algo que llevará mucho tiempo porque nos hemos acostumbrado al individualismo y será difícil compenetrarnos de una verdadera conciencia social. Pero para esto es necesario un completo recambio político, porque la gente descree de los que los vienen defraudando desde que tenemos memoria, de los que viven del país y no para él. Esta dicotomía entre clase dirigente y el pueblo la crearon los políticos en base a la desconfianza que generaron en la gente, que no veía que llevaran a cabo las soluciones mágicas que nos proponían.
DNI 28.449.144