Año CXXXV
 Nº 49.396
Rosario,
miércoles  20 de
febrero de 2002
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Nace en el Pentágono la oficina de las "mentiras"

Cristiano del Riccio

Washington. - El Pentágono está desarrollando una oficina de las mentiras para difundir falsas informaciones sobre EEUU en la prensa del exterior y confundir así al enemigo. Los militares estadounidenses, luego de haber triunfado en la guerra contra la organización Al Qaeda de Osama Bin Laden en Afganistán, temen perder la paz. Bin Laden se mostró, hasta ahora, muy hábil en la guerra de propaganda, un terreno donde el Pentágono se siente desarmado, dicen los analistas del Pentágono.
La campaña de desinformación debería estar liderada por la Oficina de Influencia Estratégica (OSI), un nuevo departamento creado por el Pentágono luego del 11 de septiembre. La idea central es la de combatir con todos los medios disponibles la batalla propagandística en regiones como Asia Central, Medio Oriente y Europa occidental diseminando en secreto noticias de cualquier tipo a los medios locales, verdaderas o falsas, para mejorar la imagen de EEUU. "El arco de las iniciativas iría desde el blanco más puro (comunicados de prensa genuinos) al negro más profundo (mentiras y operaciones clandestinas)", destacó un oficial del Pentágono a la prensa local.

Reparos y objeciones
Sin embargo, en el interior del Pentágono la idea encuentra muchos críticos y por eso el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, aunque favorable al proyecto, todavía no dio la autorización definitiva. "Mientras es comprensible el uso de la desinformación en los países hostiles -dijo un funcionario del Pentágono- más difícil se vuelve justificar este instrumento y esa táctica hacia los países amigos".
En la mira de la Oficina de las Mentiras también estarían los medios de comunicación del extranjero (como agencias de prensa) de países occidentales. Un extendido temor es que las noticias falsas puedan rebotar en los medios norteamericanos, una posibilidad considerada catastrófica: el Pentágono y la CIA están impedidos por ley de realizar cualquier actividad de propaganda en su propio país.
En el frente exterior, mientras el Departamento de Estado y la Casa Blanca poseen oficinas que cuidan la imagen del país, el Pentágono había sido, hasta ahora, desarmado. La tarea de conducir el OSI fue confiado al general Simon Worden, un físico especializado en problemas espaciales.
En los planes de la nueva oficina figuran "campañas agresivas" en el uso de los medios extranjeros, de Internet y operaciones secretas para ganar la guerra de la propaganda. Entre los proyectos de estudio se citan el envío de mensajes por correo electrónico a periodísticos, líderes cívicos y exponentes políticos firmados por el Pentágono, pero con otros nombres.
De ahí que haya contratado por 100 mil dólares mensuales al Grupo Rendon, una agencia de asesoramiento internacional, para recibir ayuda "profesional". Se trata del mismo grupo que trabajó durante mucho tiempo también en iniciativas de la CIA.
El ejército estadounidense posee desde hace años una División Operaciones Psicológicas que entró en acción en Afganistán con una lluvia de volantes destinados a la población local, invitándola, entre otras cosas, a brindar datos de Bin Laden. (Ansa)


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