El juez Carlos Fayt dijo ayer que "la gente no sabe qué es la Corte Suprema de Justicia ni qué funciones tiene", aseguró tener "las manos limpias y vacías", juró que el ex presidente Carlos Menem "jamás le pidió nada" al alto tribunal y advirtió que no renunciará a la máxima magistratura. "Me iré cuando yo quiera", desafió.
Fayt, uno de los nueve miembros del alto cuerpo judicial, aseguró que "hay una campaña destinada" a removerlos porque la prensa "creó la imagen de una Corte adicta, pero eso es pura fantasía", se quejó.
Luego de resaltar que los ex presidentes Raúl Alfonsín y Menem "nunca" presionaron ni le pidieron nada a la Corte, dijo estar dolido por "el hombre común que nos grita corruptos, con una cacerola", en referencia a los siete escraches contra el alto tribunal, cuya renovación en pleno es reclamada mediante ruidosas protestas.
"No se puede discutir de pintura con un ciego; un hombre que está furioso porque no le dan el dinero que le corresponde siente que todos son culpables", interpretó Fayt, y advirtió que cotidianamente reciben "amenazas de muerte, como si fueran programadas por un sistema de inteligencia".
Sobre el proceso que lleva adelante la comisión de Juicio Político de Diputados, que analiza unos 40 pedidos para la remoción de los nueve jueces supremos, Fayt sostuvo que son víctimas de "una política para el desgaste".
"A mí no me pueden probar nada porque tengo las manos limpias. Me iré cuando yo quiera, no cuando ellos me manden", contragolpeó.
Fayt precisó luego que "la Corte no le dio la libertad a Menem" cuando puso fin a su prisión preventiva en la causa por la venta ilegal de armas, sino que se expidió sobre la calificación que había brindado al caso el juez federal Jorge Urso.
Luego criticó a los ex jueces Rodolfo Barra y Mariano Cavagna Martínez, quienes renunciaron a la Corte tras el pacto de Olivos. "Cuando llegó Menem produjo movimientos y se fueron dos hombres que agraviaron a la Corte con el abandono. No quiero decir los nombres, pero debían haber seguido y no haberse ido por un pacto efectuado entre dos líderes partidarios", sentenció.
Molesto con algunos sectores de la prensa, Fayt dijo que existe una "endogamia catódica (cruzamiento negativo de integrantes de una misma raza o comunidad) del periodismo; un reinado de la imagen en el que es noticia el escándalo que puede producir un fallo". También remarcó que "la gente y los periodistas no han leído jamás un fallo. Los periodistas se las dan de sabios pero confunden una sentencia con una acordada", fustigó.
El problema de los retiros
Paralelamente, la comisión de Justicia de la Cámara baja decidió ayer trabajar en una versión que atenúa el efecto que tendría en la Justicia la jubilación masiva de jueces que solicitaron su retiro, como propone un proyecto de ley del Ejecutivo.
La iniciativa no sólo afectaría a miembros de la Corte, sino a varias decenas de magistrados cuyo cese anticipado produciría un colapso en la administración de Justicia. La flamante presidente de la referida comisión, María del Carmen Falbo (PJ), marcó ante sus pares la necesidad "de buscar un equilibrio para renovar a la Justicia sin que eso provoque un caos" en ese poder.