Hugo Moyano amaga con salir por fin del letargo

Frente a la grave crisis y ante la "ausencia de respuestas que hagan a la necesidad inmediata del pueblo argentino", la CGT que lidera Hugo Moyano se declaró en estado de alerta y movilización y dispuso la convocatoria del comité central confederal.
Así lo decidió ayer, luego de una reunión de su consejo directivo donde se analizó "la preocupación" por la "falta de medidas que hagan a la reactivación de la economía" y por las medidas "inconstitucionales e injustas" incluidas en el nuevo proyecto de presupuesto nacional que "profundizan la recesión".
En un comunicado, la CGT disidente incluyó entre estas iniciativas, las que "rechazan la persistencia del descuento del 13 por ciento a jubilados y estatales, la desaparición del estatuto docente y la incorrecta asignación de recursos".
"El proyecto de presupuesto no demuestra el cambio de alianza política prometido desde el gobierno", advirtió el moyanismo, que recordó entonces los puntos del documento que presentó oportunamente ante la mesa de Diálogo Social que "reivindicó la intangibilidad de los salarios, el derecho a la salud, el de las economías regionales, el de los desocupados" y donde propuso "un impuesto a las altas ganancias que compense la licuación de los pasivos de los grandes grupos empresarios".
"El gobierno debe mantener la retención a la exportación de combustibles y extenderla al resta de las actividades exportadoras que ganarán con la pesificación", remarcó la CGT de Moyano, al tiempo que exigió "no permitir el despido de ningún trabajador ni admitir el festival de aumentos de precios y tarifas que deterioran el ya disminuido poder adquisitivo de los salarios".
Por estas razones, la central obrera disidente resolvió declarar el estado de alerta y movilización y facultar al secretariado nacional para que convoque al comité central confederal "a fin de concretar una movilización en defensa de la identidad nacional y de la dignidad y derechos del pueblo trabajador".