Washington. - Un periódico reportó ayer que el ex presidente de Enron Corp., Kenneth Lay, vendió 100 millones de dólares en acciones de la compañía el año pasado, incluyendo una larga parte vendida de vuelta a Enron después que una empleada le advirtió de una debacle financiera. Lay reveló las ventas en un documento presentado esta semana a la Comisión de Valores, dijo el diario The New York Times.
El ex presidente de Enron vendió una buena parte de acciones, equivalentes a 20 millones de dólares, tan sólo tres semanas después de que Sherron S. Watkins, funcionaria de la compañía, le advirtió que el gigante de la comercialización de energía estaba en peligro de colapsar "en una ola de escándalos de contaduría". El diario no dijo cuándo había vendido Lay las otras acciones a las que se refirió el artículo.
La compañía Enron, radicada en Houston, y que una vez fuera la séptima de EEUU, colapsó el año pasado en medio de acusaciones de que engañó a los inversionistas sobre la situación de sus finanzas, mientras los altos ejecutivos obtenían enormes ganancias vendiendo sus acciones.
Inviertan seguros
El colapso de Enron lanzó al desempleo a miles de personas y borró de un plumazo miles de millones de dólares en los planes de retiro de los empleados de la compañía por la caída de sus acciones. Lay, quien esta semana se negó a testificar ante el Congreso acogiéndose a la Quinta Enmienda constitucional, que protege contra la autoincriminación, estaba alentando a los empleados de Enron a comprar acciones mientras él las vendía, reportó The New York Times. No estaba claro cuánta ganancias hizo Lay con las ventas.
La portavoz de Lay, Kelly Kimberly, dijo al periódico que el ex presidente de Enron había "permanecido confiado en las acciones de Enron durante fines de 2001" y que la mayoría del dinero que obtuvo fue usado para pagar préstamos que había logrado por su participación en la compañía. Kimberly negó que las ventas estuvieran relacionadas con los acontecimientos en Enron o la advertencia de Watkins.
Aunque se requiere que la mayoría de las ventas realizadas por los ejecutivos de corporaciones sean reportados el décimo día del mes después de la venta, las acciones que se venden nuevamente a la compañía no tienen que ser reveladas hasta el año siguiente. Por ese motivo, la mayoría de las ventas de Lay no fueron reveladas en los meses previos a diciembre, cuando colapsó Enron, en la mayor bancarrota de una corporación en la historia de EEUU. Lay renunció como presidente y presidente ejecutivo de Enron el 23 de enero.
Universidad encabezará juicios
En tanto, los regentes de la universidad de California recibieron la autorización legal que les permitirá encabezar a las docenas de litigantes que han planteado juicios a la quebrada multinacional Enron y la empresa Arthur Andersen que hacía las auditorías. La juez distrital de Austin (Texas), Melinda Hammon, autorizó a la universidad de California para servir de cabeza de las instituciones y accionistas que se vieron perjudicados por la quiebra y presuntas maniobras ilegales de la corporación especializada en la compra-venta de energía, informó la casa universitaria en Los Angeles.
La citada universidad alega una pérdida de 144,9 millones de dólares por la devaluación de las acciones de Enron, que cayeron en pocos meses de más de 90 dólares a apenas 30 centavos a principios de diciembre, antes de que la corporación se declarase en quiebra y se acogiese al Capítulo 11 para protegerse temporalmente de los acreedores.
Los regentes universitarios contrataron al bufete de abogados Milberg Weiss Bernard Hynes and Lerach, de prestigio nacional y especializado en las demandas contra corporaciones que afectaron a sus inversores. Un comunicado de la universidad indicó que se escogió ese bufete por su experiencia y capacidad financiera, porque el complicado caso requerirá de innumerables gastos de investigación.
Las pérdidas ocasionadas por la quiebra de Enron están estimadas en 30.000 millones de dólares. La manipulación de los balances para mostrar más utilidades de las logradas y una serie de transacciones aparentemente fraudulentas condujeron a la crisis a una de las mayores corporaciones estadounidenses. (Reuters y DPA)
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