La grave situación económica que padece el municipio marplatense desde hace ya algunos meses llevó ayer al intendente Elio Aprile a aceptar la renuncia de todos los funcionarios que componen su gabinete. Este quiebre institucional devino luego de una seguidilla de medidas de fuerza del personal municipal por la falta de pago de salarios y aguinaldo y la escasa recaudación de impuestos. "Hay un desgobierno municipal", dijo en forma contundente Gustavo Pulti, referente de Acción Marplatense, quien ganara las elecciones de octubre pasado para que su partido logre la mayoría de las bancas del Concejo Deliberante. Los trabajadores municipales, durante sus cacerolazos en el interior de las dependencias municipales o con los cortes de distintas avenidas por parte del personal de tránsito, habían solicitado el alejamiento inmediato de más de 200 cargos políticos, incluso los de menor jerarquía. A partir de las renuncias presentadas hoy, cada secretario solicitará a sus jefes de áreas que realice una lista de cada uno de sus empleados que cumplen funciones por designación política, o aquelos que ingresaron a planta permanente agraciados por el gobierno de Aprile. Este intendente que lograra llamar la atención a los medios del país tras ganar dos elecciones por casi el 70 por ciento de votos a favor; quien logró a través de un plebiscito popular, por casi un 80 por ciento de votos, un aumento de tasas municipales y quien fue capaz de dirigir por un día el municipio sentado en una silla de ruedas en el día del discapacitado, ahora atraviesa el peor de sus momentos políticos. Semanas atrás estuvo por presentar su renuncia debido a un cacerolazo frente a su casa y una agresión que sufrió su padre, pero finalmente fue convencido para continuar en el poder. Ahora, Aprile tendrá su última oportunidad para barajar y dar de nuevo, aceptar las renuncias de aquellos que son prescindibles en sus cargos, para evitar que la peor crisis de la historia de Mar del Plata sacuda su gobierno y lo lleve, esta vez sí, a presentar su renuncia. O, peor aún, ser destituido de su cargo.
| Elio Aprile, un jefe comunal golpeado por la crisis. | | Ampliar Foto | | |
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