Los diputados del PJ y la UCR comenzaron a discutir formas de financiación para el fondo de incentivo docente en el presupuesto 2002, en el marco del estrecho camino de las empobrecidas cuentas públicas. El principal debate gira en torno al destino de la recaudación adicional que pueda lograrse por la ampliación de la base imponible del impuesto a los bienes personales, un proyecto que elaboró el radical Carlos Maestro.
La iniciativa fue aprobada en la comisión de Presupuesto y Hacienda y será tratado esta semana, pero carece de una asignación específica. Las estimaciones indican que se pueden conseguir 400 millones extras, pero los legisladores temen que si se giran al Tesoro Nacional se pierdan en la voracidad del déficit fiscal.
La UCR reclamó, además, que se apruebe un proyecto de Beatriz Nofal que, a través de la modificaciones al régimen de incentivos a las exportaciones, llevaría otros 400 millones de pesos a las arcas públicas. Otra propuesta que se arrojó en la comisión de Presupuesto y Hacienda para llevar más recursos al Estado fue eliminar el techo para la eximición de los aportes patronales, que actualmente se traza en los 4.800 pesos.
Según las estimaciones de la frentista María América González, el cambio permitiría recuperar el 13 por ciento para las jubilaciones inferiores a mil pesos. Las presiones dirigidas al Ministerio de Economía también surgen del bloque justicialista, donde los legisladores de las provincias atraviesan su propia disputa con los bonaerenses.
Demandas
Aunque tiene un transfondo político vinculado a la disputa por la conducción del bloque, las demandas del grupo apuntaron a una reducción del 13 por ciento del recorte jubilatorio, el incentivo docente y las devolución de las deudas que la Nación tiene con las provincias.
"Cuando está en juego la suerte de la Nación de nada sirven los planteos regionales muy duros, porque es inútil salvar una parte del cuerpo si todo se muere", afirmó el cordobés Carlos Alessandri, para tomar distancia de las posiciones más irreductibles de sus colegas.
Sin duda, los tironeos cruzados terminarán por llevar más cambios al proyecto de presupuesto que se aprobaría en los próximos días en la Cámara de Diputados. Por ahora, el oficialismo logró ganar tiempo con la espinosa discusión sobre el endeudamiento provincial, al comprometerse a tratarlo en una ley aparte, junto al problema de la pesificación de las deudas privadas.
Si la discusión se colaba en el presupuesto, el proyecto corría peligro de empantanarse. Por ello, el titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Jorge Matzkin, contestó al radical Horacio Pernasetti que las deudas provinciales no estaban en el debate presupuestario, cuando los pedidos de soluciones se cruzaron en el camino.
Las provincias rechazan la pesificación a 1,40 de las deudas, ya que las consideran impagables si además se suma el coeficiente de estabilización de referencia (CER) y una tasa de interés todavía incierta. El núcleo es el endeudamiento provincial negociado en el denominado tramo uno del canje, que suma 16 mil millones de dólares.
La Ciudad
