-¿Cómo definís tu estilo de humor? -Mezclo cosas. Hago algo que es casi un sainete, algo más absurdo, o irónico, pero el humor es una herramienta para comunicar y no un fin en sí mismo y trato de que quede algo. Este es mi primer unipersonal, aunque este número en LT8 lo hago hace una punta de años. Además me gusta escribir, así que uno todo: el teatro, la radio y mi parte de escritor y ahora lo muestro en los bares. -¿Qué te lleva a elegir esos espacios? -Ante todo soy un laburante, pero fundamentalmente soy comunicador social. Si lo hago a través de una obra de teatro, un escrito, un monólogo en la radio o en una entrevista, lo que me interesa es contar y comunicar. Los espacios tienen que ver con que laburo mucho a nivel de piso y entre la gente e intento que se enganchen y establezcan una comunicación. -¿El título se refiere al pasado político? -No es inocente que haya una frase que estuvo instalada durante diez años en el pueblo, pero lo fui resignificando. Si bien toca algo de actualidad tiene relatos costumbristas y no es una obra con contenido político partidario. Sí, tiene ideología, como todo mensaje. -¿A qué tipo de espectador te dirigís? -Apunto al hombre común, que somos todos, y que tenemos un montón de valores y que a veces no los podemos rescatar porque nos hacen creer que no los tenemos. Quiero hacer mi aporte para ayudar a ver si nos rescatamos como sociedad, como grupo humano, y para interrogar una vez más la idea de fracaso. -También anunciás el espectáculo como un curso para aprender a fracasar... -Hago un cuestionamiento y termino cuestionando eso mismo que asevero. Cuestiono lo que son los parámetros de fracaso o de éxito, es una idea bastante común, pero por más que sea común es legítima y uno tiene que tratar de seguir insistiendo en tratar de cuestionar lo que está establecido como éxito, como heroísmo. -¿Cómo se estructura el espectáculo? -Son siete monólogos que tienen un hilo conductor o varios ejes: el ciudadano común, la idea de fracaso que nos impusieron, la frustración del hombre y tiro una idea de cómo se puede cuestionar esa frustración y cómo se puede emerger a pesar que nos quieren sumergir. -¿Qué te inspira para hacer humor? -La base del trabajo está en algún monólogo radial adaptado. En general observo la vida cotidiana, donde se me dispara algo humorístico, aún en algo casi trágico. Muchos la tenemos y algunos no la explotan... o son menos caraduras (risas). -¿Es una carga tener que ser gracioso? -No...Tuve otros trabajos fuertes físicamente, con carga horaria y esto es la gloria comparado con el que tiene que ir quince horas a agarrar una pala. Para mí es la gloria y, con los monólogos, encima te aplauden. Hasta a veces parecés más inteligente de lo que sos, menos feo, o te dicen que sos "la alegría de una familia". Volvemos a la cuestión del heroísmo: un poco más y te hacen héroe porque les arrancaste dos sonrisas, tres carcajadas y un aplauso. No quiero hacer disquisiciones filosóficas, pero si no somos felices, pasa raspando. "No me sigan" va hoy, a las 21, en Radio Caffe, Pasaje Storni 723.
| De María dijo que combina sainete, absurdo e ironía. | | Ampliar Foto | | |
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